Hoy será la noche de los cuchillos largos,
el corte más importante de este certamen de coplas, que comenzó con 33 agrupaciones y que solo pueden quedar cuatro por modalidad, asumiendo que tanto en los coros como en los cuartetos no se cubre el cupo.
Uno de los comentarios más regulares que se están realizando entre pasillos es
la falta de criterios para establecer un límite de calidad en las agrupaciones que pasan a la final, no teniéndose en cuenta que no se ‘juegue’ en igualdad de condiciones, para bien o para mal.
Pongamos un ejemplo, un cuarteto que no tenga calidad, con cubrir expediente sería suficiente para lograr uno de los cuatro premios que oferta la Federación, aunque el nivel esté muy por debajo de cualquiera de las fases. Este hecho debe cambiarse, sobre todo por el bien del concurso. Así se garantiza que el último día de este certamen de coplas esté a la altura que se requiere y en igualdad de condiciones que las demás modalidades, y además, marca una exigencia, que sí o sí, se tendrá que cumplir.
El tercer día de semifinales fue
conducido por José Luis Camacho Malo, que estuvo acompañado por Nardy la Fuente, José Luis Muiño y Domingo de Manguara, que amenizaron los momentos de espacio entre agrupaciones. Por regla general, no es habitual este tipo de acciones durante el desarrollo del concurso, pero dado que afrontábamos el 40 aniversario, era de esperar que nuestra historia fuese reflejada.
La primera de las agrupaciones en salir a escena fue
la comparsa de Cayuela, ‘Los que manejan las redes’, de Ayamonte, que volvió a superar el nivel del primer pase, siendo una de las comparsas que todos tenemos en nuestras quinielas.
La murga de
Ayamonte, ‘Pa cruz, la que llevo yo a cuesta’, presentó de nuevo sus credenciales, con uno de los pasodobles más cortos del concurso. Simpáticas cuartetas, metidos siempre en el tipo y ofreciendo 25 minutos de frenética actividad. Buen pase.
La
comparsa de Bollullos par del Condado, ‘La sacristía’, vuelve a descuadrar al personal y eleva el nivel con dos buenas letras y una calidad abrumadora en su repertorio. Este grupo sabe ganarse al respetable y no piensan bajar el nivel. Otro buen pase que dará más de un dolor de cabeza al jurado.
Punta Umbría se presenta en las tablas
con ‘Los refugiados’, levantando al público en los dos pasodobles que mostraron. Como siempre, estará en las quinielas de la mayoría de los aficionados para revalidar el primer puesto que obtuvo en su última participación en el Colombino.
El cuarteto
‘La sagrada familia’ mantuvo a todo el teatro en sus asientos, algo que llevábamos mucho años sin lograr. Buen repertorio, con momentos muy desternillantes y con ese toque canalla y caradura que ya los caracterizan. Otro primer premio que cosecharán.
La sesión la cerró la
comparsa de Punta Umbría, ‘Odiel’, comandada por Francisco Tinoco y con autoría de Enrique Orta. Se superan con respecto a su primer pase y logran una gran ovación del público.