Es una obra proyectada desde hace años y que no ha estado exenta de polémica por el rechazo de los vecinos al plan del anterior equipo de Gobierno. Las obras para la reforma y peatonalización de la plaza de San Pedro y su entorno cuentan ya con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico y es cuestión de semanas que comiencen, una vez que pase la Semana Santa.

En la sesión del pasado 21 de febrero, la Comisión emitió un informe favorable por unanimidad respecto a la modificación presentada por el actual equipo de Gobierno, aunque con una serie de condicionantes, entre los que destacan que los pavimentos deben ser antideslizantes.

También se eliminarán los cipreses adosados al muro de la Iglesia desde el Paseo de Santa Fe “con el objeto de no interferir en la contemplación de éste y su visual”.

Asimismo, “teniendo en cuenta el alto potencial del registro arqueológico que se conserva en el interior de la delimitación del BIC Zona Arqueológica de Huelva”, la Comisión insta a la realización de una actividad arqueológica preventiva de control de movimientos de tierra de todas las remociones de terreno con el objeto de “comprobar la existencia de restos arqueológicos o paleontológicos y, en caso de que se compruebe su existencia, permitir su documentación con metodología arqueológica y la recogida y recuperación de bienes muebles”.

En cuanto a  las modificaciones planteadas por el nuevo equipo de Gobierno del Ayuntamiento capitalino, consensuado con los vecinos, tiene varios objetivos. En primer lugar, “mantener el nivel de la plaza central como espacio a destacar en el entorno del BIC, no alterando su morfología ortogonal”.

En segundo lugar, se busca “realzar el diseño del pavimento existente de empedrado tradicional como elemento de identidad del espacio”. Para ello, aunque se va a sustituir todo el pavimento de la plaza actual, al presentar “irregularidades significativas” tanto estéticas como funcionales, “se pretende replicar el empedrado tradicional existente”.

En cuanto al pavimento circundante, se sustituirá por losas de piedra natural “de mayor calidad”, en concreto granito grisáceo.

Un tercer objetivo pasa por “mantener las alineaciones del ajardinamiento de palmeras originales”, por lo que se plantarán nuevas para completar las existentes.

El cuarto objetivo es “eliminar la lámina de agua proyectada en el centro de la plaza, así como los alcorques troncocónicos contemplados en la primera versión del proyecto”, atendiendo además a las primeras recomendaciones de la Comisión de Patrimonio.

El quinto objetivo plantea abrir el espacio central de la plaza al resto de viarios peatonales que la rodean.

Entre otras actuaciones, se eliminará el talud existente en al fachada este de la plaza, sustituyéndose por una  gran escalinata que permite el acceso peatonal desde La Fuente; se mantiene el diseño completo de la plaza, la simetría y la colocación de la estatua no se modifica; el mobiliario y el alumbrado de la plaza será de las características de los existentes, banco de fundición tipo Huelva y farolas de fundición de modelo Fernandino; y la vegetación de las jardineras lineales que se proponen será de plantas aromáticas, de poca altura y fácil conservación”.