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Huelva

La lluvia empaña la Semana Santa onubense hasta el final

Comenzó con un Domingo de Ramos sin pasos en la calle y finaliza el Domingo de Resurrección con el Resucitado sin tampoco poder procesionar

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El Resucitado en el interior de su templo.

El Resucitado en el interior de su templo.

Hermandad del Resucitado este Domingo de Resurrección.

Hermandad del Resucitado este Domingo de Resurrección.

Hermandad del Resucitado este Domingo de Resurrección.

La lluvia tan necesaria y tan pedida durante los últimos meses ha hecho acto de presencia, y con fuerza, en una Semana Santa que ha quedado totalmente deslucida y empañada por el agua de principio a fin.

Comenzó con un Domingo de Ramos sin pasos en la calle en la capital onubense y ha finalizado el Domingo de Resurrección con el Resucitado sin tampoco poder procesionar.

La Hermandad del Resucitado se reunía a las 10.30 para tomar una decisión y minutos más tarde daba la noticia a través de sus redes sociales: "La Hdad debido a los partes meteorológicos reunidos a las 10:30h y no habiendo mejoría se suspende la Salida Procesional de este año".

Una Semana Santa para olvidar 

El Domingo de Ramos, primer día de la Semana Santa de Huelva capital se quedaba en blanco ante el temor de una lluvia de barro que, efectivamente, hizo acto de presencia  a media tarde. Las parroquias fueron las protagonistas de la jornada, acogiendo las estaciones de penitencia de las cuatro cofradías de la jornada: Borriquita, Sagrada Cena, Redención y Mutilados.

El Lunes Santo daba una tregua y permitía inaugurar la Carrera Oficial, aunque con extrema prudencia y modificando los recorridos de las hermandades más lejanas. Las dos primeras hermandades que tenían que salir a la calle pedían la pertinente hora de moratoria para tomar la decisión final en base a los últimos partes meteorológicos. Y el cielo se apiadó de Huelva e, incluso por momentos, lució su mejor azul con un sol brillante, permitiendo a la ciudad disfrutar de la Semana Santa con las cuatro cofradías del Lunes Santo: Perdón, Cautivo, Tres Caídas y Calvario.

En cambio, lo que prometía ser un Martes Santo de disfrute se tornó en un día muy complicado, con tres hermandades que tuvieron que rectificar sobre la marcha las decisiones iniciales de salida y una cuarta que, tras pedir una hora de moratoria, decidía realizar su estación de penitencia. La lluvia, que ya se aventuraba inestable según las previsiones, obligó a trastocar todos los planes. La primera de la jornada, la Hermandad de la Salud, tuvo que refugiarse en la Iglesia de Santa María de La Esperanza, la Hermandad de Estudiantes decidió regresar al templo con los pasos aún en los aledaños después de un fuerte chubasco que parecía no tener fin, el mismo que hizo que la Hermandad de La Lanzada suspendiera también su salida cuando su paso de palio aún no había pisado la calle. Solo la Hermandad de Pasión, la más tardía, pudo salvar el Martes Santo, aunque eso sí, alterando su recorrido para acortarlo.

Y tras un Martes Santo que dejaba en la retina imágenes para olvidar, las hermandades del Miércoles Santo no se la jugaron. Los partes meteorológicos eran desfavorables desde primera hora y no mejoraron con el avance del día, por lo que las cuatro hermandades de la jornada, con un claro acento mariano, optaron por la prudencia y suspendieron su estación de penitencia en la calle, trasladándola al interior del templo. Las hermandades de la Victoria, la Esperanza, Prendimiento y Santa Cruz tendrán que esperar al año que viene.

Y mismo esquema se repitió Jueves Santo junto con la Madrugá. Las hermandades de Oración en el Huerto, Misericordia, Buena Muerte y Judíos, y Nazareno en la Madrugá, decidían sin titubeos dejar los pasos en el templo ante un día que amaneció y finalizó con lluvia.

Por su parte, tres hermandades del Viernes Santo (Descendimiento, Santo Entierro y Soledad) siguieron idéntico esquema que en días anteriores, y en base a los complicados partes meteorológicos, optaron por la prudencia, trasladando sus estaciones de penitencia al interior de los templos. Solo la Fe, la primera de la jornada, decidía poner sus pasos en la calle desde la Parroquia de Santa María Madre Iglesia. Una decisión que rectificaría poco más de una hora después, en medio de la lluvia.

El tiempo no ha dado tregua y la Semana Santa de 2024 sin duda será recordada en la capital onubense por los pocos momentos que dejó para el disfrute en la calle.

Tampoco el último día, un Domingo de Resurección de barrio, con el paso de un Resucitado que debía poner el punto y final a la Semana Santa procesionando desde la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, el cielo dio una tregua. No ha podido ser, toca a esperar a 2025, pero al menos, bendita lluvia que ha caído.

 

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