Los locos vemos bastante la tele, aunque nos ha dicho el psicólogo del manicomio que, si la vemos demasiado, nos vamos a poner peor de lo que ya estamos. Sin embargo esto es como lo del tabaco. Nos dicen que no fumemos, pero ellos no cierran el negocio de las tabacaleras y juegan con nuestros pulmones en los estancos. No nos quitan la tele, pero dicen que no la veamos. Se necesita tener el rostro más duro que un turrón de oferta.
Pues bien, ahora lo que estos señores políticos han puesto de moda son las comisiones de investigación. Se comprende que lo único que tienen que hacer es darle al botón para votar y es normal que se aburran soberanamente. Han visto que es mucho más divertido jugar a detectives y ladrones, y se han puesto manos a la obra. El problema va a ser encontrar quiénes van a ser de detectives, porque de ladrones ya van bien despachados. Y, si además cobran un plus aparte por esa tarea, qué quiere que le diga, pues que tontos del todo no son. Por eso se pasan el día tirándose mierda a la cara en la convicción de que los imbéciles de los ciudadanos (aquí habría que decir también las ciudadanas) están profundamente interesados e interesadas en sus pamplinas diarias.
Los ciudadanos harán lo que quieran, pero los locos hemos decidido que también aquí vamos a hacer algo parecido a lo que hacen en el parlamento, más que nada para imitar a los padres de la patria. Y ¿qué hacen los padres de la tapia? Pues, sordos como la misma, ponerse como los trapos, para que parezca que se ponen como los trapos. El PSOE y el PP andan a la gresca, y lo hacen tan bien, que parece que quieren aclarar las cosas. Que dices que el hermano de fulano, que es de mi partido, está pringao hasta las cejas, pues anda que el primo del vecino, que es de tu partido, no hay por donde cogerlo. Dos comisiones de investigación del tirón. Que mi mujer anda con otro (que además es el mismo de siempre), pues la tuya está con varios. Comisión de investigación al canto. Que yo robé dos millones y tú mangaste veinte. Comisión de investigación sin pensarlo. Así sucesivamente hasta el infinito. Sin embargo, hay una cosa que nos urge a los locos: ¿hizo Napoleón la mili? Esperamos a ver qué dice la comisión que hay que crear ya.
El problema es que nos toman por tontos irrecuperables y sin remedio. Aquí no se aclara nada, porque ya se encarga la correspondiente comisión de investigación de liarlo todo para que parezca lo que no es. La idea es que entre perros no nos vamos a morder. Alguien decía que, si quieres que algo no se aclare, forma una comisión. Aquí no paran de crear comisiones. ¿Cómo les podemos decir que nos aburren, que son pesados hasta el vómito, que a ver si cambian la cantinela?
Pero en el fondo, los locos hemos comentado que, aparte de la locura que nos ronda a cada momento en la cabeza, hemos tenido muy buena suerte con los políticos que gobiernan este mundo de majaras. Ellos lo que quieren es sacrificarse al máximo para que seamos felices, aunque realmente lo que parece evidente es que quieren seguir sacrificándose en el butacón toda la eternidad, si es posible. Son maravillosos.
Lo que aquí tenemos claro es que los locos vamos a crear una comisión definitiva para averiguar por qué hay tantas plazas libres en este manicomio habiendo tanto volado ahí fuera.
