El sindicato CCOO ha presentado este jueves su informe anual sobre las agresiones al personal de los centros sanitarios del SAS, un documento que recoge muchas cifras pero que, más allá de los números, se trata de
profesionales que en primera persona han sufrido una agresión mientras trabajaban en un contexto que, en teoría, no debería ser peligroso. En los últimos tres años l
a sanidad pública onubense ha registrado una agresión “casi cada dos días” y el sindicato alerta de que el problema no se reduce.
Así,
en el año 2023 se contabilizaron 142 agresiones (25 físicas), en 2022 fueron 143 (29 físicas) y en 2021 la cifra se situó en 141 (14 físicas). Pero además, el sindicato calcula que
el 20% de las agresiones no se llegan a denunciar, principalmente las verbales, como insultos o amenazas.
Atendiendo a la cifra de agresiones por cada mil trabajadores, la ratio en el último año fue de 6,25 agresiones. En 2007, primer año en el que se empiezan a registrar las agresiones, era de 7,72. El descenso en 16 años es de poco más de un punto. En cambio, atendiendo a la población, la ratio es de 26,59 agresiones por cada 100.000 habitantes, cuando en 2007 era de 8,44.
El informe de CCOO también pone el acento en dónde se producen las agresiones y hacia qué colectivo de profesionales. De un lado
, el 60% de las agresiones tienen lugar en Atención Primaria, y en este caso suelen darse en las consultas médicas y en Admisión. En el caso de los hospitales, en urgencias y en las habitaciones de los usuarios. Además,
las agresiones físicas predominan en los hospitales, registrando más del 68% del total.
Por grupos profesionales,
en torno al 80% de las agresiones las sufre el personal sanitario, fundamentalmente médicos y enfermeras, y en menor medida auxiliares de Enfermería. En cuanto al personal no sanitario, son los celadores y administrativos los que sufren más agresiones en la sanidad pública.
Propuestas
Ante este escenario, el sindicato ha elaborado una lista de propuestas para abordar una problemática que no se ha conseguido atajar.
De un lado piden la
cobertura de plantillas al 100% e incremento en los centros que soportan mayor nivel de agresiones.
También solicitan la reducción drástica de la demora en atención y mejora de la coordinación interniveles. Al respecto, Juan José Rodríguez, secretario general de sanidad y sectores sociosanitarios, indicaba en la rueda de prensa que “
algo fundamental e imprescindible, que entendemos contribuiría a reducir las agresiones, sería la drástica reducción de la demora en la atención, es decir, los tiempos de espera para poder ser atendidos. Obviamente, no es lo mismo que uno tenga una accesibilidad plena a su servicio sanitario, a que tenga que afrontar procesos de alteración de su salud o de sus familiares durante semanas o incluso meses antes de poder ser atendidos. Sin que esto, por supuesto, venga a justificar en ningún caso que haya energúmenos que se tomen la justicia por su mano y hagan pagar los desmanes de la Administración con nuestro sistema sanitario con las personas que dan la cara por él y que se dedican a cuidar a la ciudadanía”.
Otras propuestas pasan por la
dotación permanente de vigilantes de seguridad en los centros de salud con mayor incidencia de casos, el impulso del Observatorio sobre Agresiones del SAS, programas de educación sanitaria y de sensibilización a la población, así como el establecimiento de un régimen sancionador administrativo, independiente del judicial.
“
Exigimos la implementación urgente de un plan de choque con presupuesto suficiente en cada centro de gasto, para prevenir las agresiones y garantizar la seguridad de nuestro personal sanitario”, concluyen desde CCOO.