El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha presidido hoy junto a los responsables de las dos compañías españolas el acto de colocación de la primera piedra de esta futura planta, que permitirá generar una potencia eléctrica anual de 98.000 Megavatios por hora (MWh), el equivalente al consumo medio de más de 27.000 hogares.
La instalación, ubicada en el termino municipal de Les Borges Blanques, en la carretera que une Juneda y Castelldans, junto a las vías del AVE, permitirá además crear una treintena de puestos de trabajo directos y otros 150 indirectos.
El vicepresidente de Comsa-Emte, Carles Surroca, ha asegurado que se trata de la primera planta termosolar del mundo que funciona también con biomasa, concretamente con restos de masa forestal, cultivos energéticos y residuos agrícolas como combustible.
"Este es un país muy pequeño pero capaz de ser en mucho ámbitos un referente a nivel mundial", ha destacado Mas.
Este sistema híbrido permitirá un mayor aprovechamiento de la instalación, que durante el día generará energía termoeléctrica con la captación de los rayos solares, gracias a un dispositivo que se orienta según el desplazamiento del sol, mientras que por la noche seguirá produciendo energía gracias a la unidad de biomasa.
"Con ello aseguramos que la planta funcione las veinticuatro horas del día", ha apuntado el director general de Termosolar Borges, Manuel Molins, que ha explicado que la instalación se ubicará finalmente en la comarca de Les Garrigues porque es la zona de Cataluña con mayor nivel de radicación solar.
Está previsto que las obras, que emplearán a unas 150 personas, finalicen a finales de 2012 para posteriormente, el 1 de enero de 2013, iniciar la explotación por un período de 25 años.
Abantia lleva trabajando desde hace cuatro años en este proyecto, al que se unió hace dos años Comsa Emte.
Las dos empresas, que tienen una amplia experiencia en el campo de la promoción, construcción y explotación de instalaciones de generación de energía, invertirán 153 millones de euros en la planta leridana, que ocupará una superficie de 96 hectáreas.
Para Artur Mas, se trata de una inversión muy importante en una materia tan sensible como es la energía y en un territorio también tan sensible como son la tierras de Lleida y en especial Les Garrigues, una comarca básicamente agrícola que ha sufrido "tantas veces" las inclemencias del tiempo.
Precisamente, el alcalde de Les Borges Blanques, Miquel Àngel Estradé, ha reconocido que "no es habitual que en la comarca aterricen inversiones de esta magnitud", que con toda seguridad, ha dicho, aportarán "prosperidad, riqueza y progreso" a esta zona agrícola, en la que ya pueden verse numerosos campos salpicados de placas solares.
"Estamos convencidos de que esta inversión situará Les Garrigues en el mapa del futuro y nos convertirá en un referente del nuevo modelo energético que necesita la sociedad catalana", ha manifestado el alcalde.
Tanto el presidente de Abantia, Francesc Boada, como el vicepresidente de Comsa-Emte, Carles Sumarroca, han expresado su satisfacción por el inicio de las obras, aunque han recordado todas las dificultades que han tenido que atravesar para tirar adelante el proyecto ante los diversos cambios normativos del Gobierno en materia de renovables.
Sumarroca ha advertido, en este sentido, que si el Gobierno quiere que se siga invirtiendo en España en energía es necesario que las reglas del juego sean "claras y transparentes" y que haya "estabilidad" y "estrategias bien definidas".
También el presidente de la Generalitat se ha mostrado muy crítico con la política energética del Gobierno español, que, según ha dicho, "no ha dado pie con bola" en los últimos años.
