Voy paseando por la calle Real, bajo hacia Capitanía y me doy de lleno con el Callejón Croquer. Locos estaban todos en el manicomio por conocer este Callejón, que dicen que es de lo más bonito que hay en Andalucía. Hace calor, pero el aire que sale del Callejón me refresca la cara y me parece que estoy entrando en un mundo de penumbras y misterioso. El olor me suena a historia de hace siglos.
Una circunferencia grabada en el suelo de la misma entrada me dice que estoy en el Callejón Croquer. Lo recorro despacito, sin prisas. Tiene 70 metros de largo y 2 de ancho. Por lo que he leído después en el manicomio es un pasaje de una antigua finca perteneciente a un tal Rafael Croquer de los Cameros y está datada en 1754. A lo largo de lo que se asemeja un túnel van apareciendo en la blanca pared, escasa de cal, una serie de azulejos con unas frases enmarcadas en unos arabescos amarillos y azules. Cuelgan muchas macetas sedientas de flores frescas.
No me resisto a la tentación de ponerle aquí esas frases, porque hace 5 años Podemos llevó al Pleno Municipal la petición de retirar los azulejos, puesto que algunos les parecían machistas. Casi todos los partidos votaron a favor de la retirada, pero si te vi no me acuerdo. Siguen allí. Los vecinos decían entonces que de eso nada, monada, que los azulejos no se mueven de su sitio.
Juzgue usted su contenido y las conclusiones me las manda al manicomio.
-El camello es el animal que menos bebe, no seas camello.
-Los Hijos son una banda de ladrones que capitaneados por la Madre sacan el dinero al Padre.
-Una mujer hermosa es un peligro. Una mujer fea, un peligro y una desgracia.
-Si por fiar tengo amigos y los pierdo por cobrar, para evitar enemigos lo mejor es no fiar.
-La buena vida es cara; la hay más barata, pero no es vida.
-El hombre es como el…
A los 20 años, como el “Mixto”, se para en todas las estaciones y apeaderos.
A los 30 años como un Mercancías, se para en cuanto lo ordena cualquier jefe de estación.
A los 40 años como el Sudexpres, solo en las grandes ciudades.
A los 50 años como el Rápido, se para; para tomar agua.
A los 60 años no sale ya… ¡Va al depósito de Chatarra!
-Viva el amor libre, toma a mi suegra y dame a tu mujer.
-En la cama y en la mesa es inútil la vergüenza.
-Gástate en juerga y vino lo que has de dar a los sobrinos.
-Ley del Bar: Ángel de la guarda que guardas los pecadores, aparta de esta casa a los malos pagadores.
-De la mujer y del dinero, no te burles compañero
-La mujer es como el…
A los 20 años como África, casi sin explorar.
A los 30 años como La India, cálida y misteriosa.
A los 40 años como América, técnicamente perfecta.
A los 50 años como Europa, toda una ruina.
A los 60 años como Siberia, se sabe dónde está, pero nadie quiere ir a ella.
Salgo por la calle Murillo. A la salida, arriba en el frontal, el Nazareno y la Virgen del Carmen. A la salida veo a mi izquierda la casa donde vivió, trabajó y oró Isaac Peral, el inventor del primer submarino, y, como él, me sumerjo en mis pensamientos y me voy derechito al manicomio. Enfrente, el cardenal Spínola dispuesto a perdonar, si fuera menester.
No quiero problemas, aunque está de moda verlos donde no los hay.
