La Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas e Huelva (Aiqbe) celebraba este miércoles su tradicional encuentro anual con los medios de comunicación, y como era de esperar, el tema del “impuestazo” a las energéticas ha centrado buena partes de las preguntas.
José Luis Menéndez, presidente de la Aiqbe lo tiene claro: Huelva se juega mucho con este impuesto que iba ser temporal y que el Gobierno quiere hacer permanente, y hay un territorio vecino que puede sacar mucho provecho al respecto.
“Portugal se está frotando las manos. Es un territorio con las mismas o muy parecidas características a las nuestras. No tienen la sinergia industrial que podemos tener aquí en Huelva pero desde el punto de vista de climatología, desde el punto de vista de ubicación geográfica, pues son condiciones muy parecidas a las nuestras. Lógicamente, si comparamos territorios, esto le da una ventaja competitiva a Portugal respecto a España. De hecho ya hay una empresa que ha anunciado que proyectos que tiene ahora mismo previsto hacer en España, se irían a Portugal”.
Menéndez recuerda que “es un impuesto que se creó de una forma coyuntural con el tema de la guerra de Ucrania y con unas circunstancias muy especiales en Europa por la crisis energética, por la dependencia que tiene el centro de Europa del gas ruso. Prácticamente todos los países de la Comunidad Económica Europea lo han abandonado y España pretende hacer este impuesto de forma permanente, con lo cual perdemos esa ventaja competitiva con respecto a otros territorios y incluso yo diría que va en contra de la propia doctrina de la Comunidad Económica Europea, donde el informe de Draghi habla de la reindustrialización de de Europa y de la importancia de de mantener cierta coherencia entre los territorios”.
En cifras, el mantenimiento de este “impuestazo” puede tener un efecto muy severo en Huelva: “En Andalucía ahora mismo se está hablando de que están en juego 8.000 millones de euros de inversión, con una capacidad de creación de unos 20.000 puestos de trabajo. De esos 8.000 millones de inversión, algo más de la mitad están aquí en Huelva. Si hacemos una regla de tres, estamos hablando de en torno a 12.000 puestos de trabajo. Haceros una idea de lo que supone este impuesto en impacto negativo en nuestra provincia”.
El presidente de la Aiqbe recuerda que están en juego “todos los proyectos relacionados con la descarbonación, pues es un impuesto a la industria energética, que va a ver mermada su capacidad de generación de recursos”.
Eso se traduce en que “todas estas inversiones, o bien bajan en intensidad, o bien se van a otros territorios. El perjuicio que hace a nuestra industria y a nuestra provincia es muy importante y de ahí la preocupación extrema que mostramos desde la asociación por el anuncio del Gobierno central en el mantenimiento de este de este impuesto”.
Por ello, ha lanzado un mensaje directo al Gobierno central y le ha pedido que “analice, reconsidere y dé marcha atrás en esta posición”.