La Fundación Laberinto va dando forma al empeño que le da sentido y levanta ya los pilares de su futuro Centro Polivalente P’alante, donde ofrecerá la atención integral que necesitan jóvenes con múltiples necesidades especiales por padecer algún tipo de enfermedad rara. “Chicos que no encajan en los recursos existentes, pero que necesitan tener cómo abordar su realidad, por lo que este proyecto pionero está diseñado para atenderlos de una manera distinta”, explica Pilar Pereda, presidente de la entidad.
El centro, ubicado en la calle Alfonso Aramburu Terrades, en el barrio de Pescadería,
incluirá actividades matutinas, servicios para periodos vacacionales y espacios donde los jóvenes puedan relacionarse y desarrollarse.
La obra,
ahora en fase de construcción de sus cimentaciones, se llevará a cabo en diferentes etapas, con el objetivo de tener el centro operativo en 2026. El plazo de ejecución estimado es de entre ocho meses y un año, lo que dependerá, sobre todo, de la financiación disponible.
Buena parte de ella la obtiene la Fundación de las múltiples acciones y actividades de promoción y benéficas que celebra desde su constitución, como la Carrera del Euro, que se desarrolla cada año en las vísperas del día de Navidad.
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Es nuestra iniciativa más emblemática, porque fue la primera con la que salimos a la calle. Nos acerca mucho a nuestro doble objetivo: dar a conocer la causa que nos mueve y sumar adhesiones de instituciones y entidades, que, de una manera u otra, se comprometen con nuestro empeño. Como el Puerto de Huelva, que ha sido el patrocinador de la última edición de la Carrera del Euro. Contar con colaboraciones así, va mucho más allá de un simple patrocinio. Es, sobre todo, un estímulo”, reconoce la presidenta de Laberinto.
Mientras avanza con su centro, la Fundación no cesa en su actividad para dar a conocer su causa y
ultima los preparativos del II Congreso sobre Enfermedades Raras, que tendrá lugar en la Casa Colón de Huelva los próximos días 27 y 28 de marzo.
Su temática será muy variada y abordará desde la alimentación en el paciente crónico complejo a la importancia de los cuidados paliativos cuando la medicina no cura como sucede en la gran mayoría de las enfermedades raras conocidas, pasando por las necesidades educativas y la carencia de ellas con que se encuentran los menores que son pacientes, entre otros asuntos.