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Huelva

“A los rocieros nos mueve la fe, y por la devoción tan grande vamos al Rocío”

María Cinta Gómez Molina, hermana mayor de la Hermandad de Huelva

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  • María Cinta Gómez, hermana mayor de la Hermandad de Huelva -

Es tanta la devoción que siente por la Virgen del Rocío, que no dudó en hacer el camino embaraza de su hijo ni de darle el pecho montada en un carro. Este año ha visto un sueño cumplido y afronta con mucha ilusión y responsabilidad que llegue el jueves para guiar a su hermandad hacia la aldea. María Cinta Gómez (Huelva, 1972) es la hermana mayor de la Hermandad de Huelva y vive el Rocío 2012 con la inmensa alegría de ir al frente de su hermandad. Son muchos los momentos anhelados, pero como la salida de su hermandad, ninguno.

 

 

Quedan dos días para que la Hermandad de Huelva inicie su peregrinar hacia la aldea de El Rocío. Al frente de ella estará María Cinta Gómez, la hermana mayor, que cuenta las horas para que el presidente de la hermandad le entregue el Simpecado y asuma todo lo que eso conlleva. A pesar de los nervios y la responsabilidad añadida, está tranquila, porque la Virgen el Rocío le “echará un capote”. A los que no entienden estos ‘excesos’ en época de crisis, ella responde que el Rocío se puede vivir de muchas maneras, y la devoción es tal, que el rociero “hará lo imposible” para acudir a su cita con la Blanca Paloma.
 
El jueves Huelva sale hacia la aldea. ¿Cómo va de nervios?
–Ya estas últimas semanas, la sensibilidad está a flor de piel y con nada se me salta la lágrima, porque es mucha la responsabilidad. La Hermandad de Huelva es muy grande, vamos con muchas personas, y esa responsabilidad de llevar el Simpecado de Huelva hasta El Rocío es muy grande, aunque hay un equipo detrás y la junta de gobierno. Pero yo tengo mucha fe en la Virgen, y desde 1881 que fue el primer camino que hizo la Hermandad de Huelva, han pasado muchos caminos y hermanos mayores y, gracias a Dios, poquitas son las que pasan con todas las personas que nos acompañan. Por eso estoy muy tranquila, porque sé que ella nos va a echar un capote muy grande y vamos a llegar el viernes a la aldea tras un buen camino lleno de fe. 
 
¿Cuántos peregrinos lleva la hermandad?
–Es muy difícil de saber. Este año hemos hecho una reunión para que se inscriban porque es un problema, porque la hermandad tiene que prever a nivel de seguros, sanidad... y es muy difícil poder prepararlo si no sabes el número; y para los hermanos mayores igual, porque es muy complicado organizar un camino si no sabes cuántas personas van andando. Apuntados, no llegan ni a 400, pero serán muchos más, y más este año, porque con el tema de la crisis hay mucha gente que no puede ir en carro o a caballo  e irá andando. Por eso les pido que vengan a la  hermandad y se inscriban.
 
¿Y cuántos carros y caballos llevará Huelva?
–Los carros tradicionales son 44, los carros cuadrados son cinco, 44 jardineras y 62 tractores. Caballos no sé el número exacto, pero el número va a bajar por la crisis, igual que el número de jardineras, porque cuesta más.
 
¿Qué respondería a los que piensan que el camino es un exceso en tiempos de crisis?
–A todo el mundo nos afecta la crisis, pero se puede ir de muchas maneras al Rocío. Ahora se reducen gastos en comida, ropa, flores, adornos... El precio de los alquileres también ha bajado este año. Y lo más importante, a los rocieros nos mueve la fe, y por la devoción tan grande a la Virgen vamos al Rocío, pero reduciendo gastos.
 
¿Es una cuestión de fe?
–Claro. Vamos cantando y es una fiesta alegre, porque vamos en romería, pero vamos con una devoción muy grande. El rociero va a ser lo imposible por ir.
 
¿Cuántas veces ha soñado con ser hermana mayor?
–Mucho, mucho. Fue una ilusión muy grande la que me llevó a presentarme. Tengo detrás a una familia que está muy ilusionada, y aunque no me lo había planteado en este momento, que dos personas como Juan José Chaves Maestre y Alejo Ojeda Maestre, que han sido hermanos mayores y tienen una gran experiencia, quisieran venir conmigo como vocales, fue lo que me impulsó a dar el paso definitivo, porque no voy a tener otra oportunidad igual. 
 
¿Cuál es el momento más esperado?
–El jueves por la mañana, cuando llegue a la hermandad, cuando vea la carroza preparada con las flores; en la misa, con todos mis compañeros de junta de gobierno, mi familia y todos los hermanos... Ahí es cuando empieza todo, con el cohete  de salida y el acto simbólico de entrega del Simpecado por parte del presidente. Ese momento de asumir que te responsabilizas del Simpecado tiene un gran significado. Otro momento especial es el lunes por la mañana, cuando la Virgen viene a nuestra casa a visitarnos.
 
¿Qué papel juega el hermano mayor?
–El hermano mayor en la Hermandad de Huelva está prácticamente un año. Una vez que finaliza la romería es cuando se hace el intercambio de vara y está un año entero viviendo el día a día de la hermandad y representándola junto con el presidente, pero la peregrinación y la romería son los momentos fuertes. Es una labor de representación y de responsabilidad de llevar a la hermandad hacia la aldea.
 
Todo esto conllevará un coste económico añadido.
–Claro, pero la verdad es que recibes mucha ayuda de los hermanos, y es algo que se hace de corazón y con mucha fe. La palabra hermandad se vive de verdad, y es fundamental para un hermano mayor el apoyo de los hermanos. Yo lo  he sentido durante este año.
 
Un año más, las candelas están prohibidas. 
–Hace ya unos años que se prohíben las candelas en las paradas. Nosotros hemos estado acostumbrados, durante muchos años, a vivir la noche en Bodegones con las candelas, pero ya nos hemos acostumbrado a no tenerlas. Sabemos que atravesamos un parque natural como Doñana y tenemos que cuidarlo.
 
Un mensaje final para los hermanos de Huelva antes de iniciar el camino.
–El mensaje que siempre digo es que este año he tenido la gran suerte de cumplir un sueño, e igual que yo, espero que los deseos particulares de cada hermano y de la propia hermandad se vean cumplidos. Yo sé que la Virgen está ahí siempre con nosotros y nos ayuda, y espero que cada uno, a nivel particular, cumpla sus sueños como a mí se me ha cumplido el mío.

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