Ser profeta en tu tierra nunca fue fácil. Nunca lo fue cuando, como marca inherente, se tiene por costumbre apostar, con más facilidad de las que se quisiera, a lo foráneo por lo meramente local o lo de fuera a lo genuino.
La coyuntura económica actual se antepone y acomoda la manida crisis, excusadora de responsabilidades y de cualquier ayuda, en pos de realizar algún desembolso o apuesta sin un mínimo asegurado. Es por ello que encuentra el germen perfecto para que la empresa antes de arrancar haya fracasado en su intento. Pocas expectativas de mejoras y un futuro cuanto menos preocupante para cualquier iniciativa innovadora. Dejarlo en manos de la Divina Providencia todo es uno.
Y es que se las prometían muy felices las chicas y la familia de la Gymnástica Portuense tras el brillante ascenso a Liga Femenina 2 semanas atrás. Todo fueron alegrías, llantos de emoción y muchas y muchas ilusiones. Todo quedó en un insípido y protocolario “enhorabuena“. Eso es pasado, todo queda en el recuerdo y en la retina de un hito que pasará a los anales del club y de El Puerto.
Tras la celebración, es el momento de trabajar y tiempo de empezar a planificar y dar color a la venidera temporada. Militar en la segunda categoría nacional más importantes no se consigue todos los años. Ardua tarea la que hay de por medio, sabedores que si cuesta llegar, más aún lo es mantenerse.
El deporte y, en este caso en particular, la Gymnástica servirá de embajador para la promoción de una ciudad que se vanagloria en gritar a los cuatro vientos su faceta turística. Qué mejor tarjeta de presentación y que mejor manera de unir deporte y fomento empresarial. El binomio perfecto, que lejos de tener visos provechosos, se encalla una y otra vez. Tropiezos cíclicos.
El club portuense tiene, hoy por hoy, los visos de seguir los pasos del defenestrado Vaporcito. La burocracia, la dejadez, la pasividad o todas a la vez, puede encontrar fuera lo que en su propia casa es imposible. La alcaldesa de Puerto Real, Maribel Peinado, recibirá en el consistorio de la Villa a la directiva de la entidad portuense, para felicitar en persona el ascenso conseguido y dar el soporte ante el reto de seguir apostando por una disciplina amateur.