El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha expresado este lunes su "sorpresa" por la decisión adoptada por el papa Benedicto XVI de renunciar, pero ha reconocido que, aunque la determinación le deja "un poco triste por el aprecio" que le tiene "al Papa y a su aportación al servicio de la Iglesia", la comprende y no le extraña, "ya que lo había insinuado en alguna ocasión", ha añadido.
Además, según ha informado el Obispado en una nota, Vilaplana ha señalado que "conociendo su sensibilidad intelectual y, como el mismo Papa dice en su comunicado ("después de haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios"), es un acto cargado de humildad".
José Vilaplana ha resaltado, precisamente, "esta virtud del Sumo Pontífice, como tuvo ocasión de experimentar en sus encuentros personales con él desde su etapa de cardenal, virtud que ha atravesado todo su pontificado, cuyas primeras palabras fueron: 'o soy más que un humilde servidor de la viña del Señor'".
El obispo ha llamado a los fieles de la Diócesis de Huelva a la oración agradecida por el servicio que ha prestado a la Iglesia y que ya comenzó en edad de jubilación, "dato que aún hace más reconocible esa entrega". También alienta a que se pida "al Espíritu Santo para que siga iluminando a toda la Iglesia y, especialmente, para que el nuevo Obispo de Roma siga fiel a esta necesaria labor del ministerio petrino".
El Papa, Benedicto XVI ha anunciado este lunes que "desde el 28 de febrero de 2013, a las 20,00 horas, la sede de Roma, la Sede de San Pedro, estará vacante y será convocado por aquellos a quienes compete el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice". La noticia se ha producido en el transcurso de un consistorio celebrado en la mañana de este lunes, en el que el mismo Papa ha argumentado que "he llegado a la certeza de que mis fuerzas, por mi edad avanzada, no son las más aptas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino".