El día que hoy instaura la Diputación debe ser cada año una cita para renovar el compromiso con Jaén y obligarse a no bajar la guardia
Con acierto la Diputación Provincial está celebrando el Bicentenario del nacimiento de la institución con actividades que permiten visualizar las competencias del organismo que siguen sin ser lo suficientemente conocidas, empezando por los municipios que gracias a su apoyo e impulso han tenido un cambio rotundo desde la llegada de la democracia y para confirmarlo no hay más que trasladarse a cualquiera de los 97 pueblos. En estos casi 34 años desde las primeras elecciones municipales el haber que ha acumulado la institución es enorme y cada uno de los presidentes le han puesto su sello, hasta llegar a Francisco Reyes, que es un poco la síntesis de todos sus predecesores pero que ha impuesto una ambiciosa hoja de ruta a base de mucho trabajo para pilotar el despegue de Jaén en una situación tan desfavorable en el que la Diputación juega a su favor con la credibilidad que se ha ganado por el buen hacer, la óptima gestión de los recursos y la apuesta por colocar a Jaén en el sitio que le corresponde, y ya no solo cuidando la colaboración y la cercanía con los ayuntamientos y actuando en la mejora de las infraestructuras, sino invirtiendo en las potencialidades de Jaén, ya sea desde la promoción del turismo o del aceite de oliva, o liderando el Plan Estratégico y otras muchas iniciativas, todo ello sin olvidarse de las personas con dificultad promoviendo planes de empleo y buscando solución a los problemas reales. Hoy celebra el Día de la Provincia que debe ser cada año una cita para renovar el compromiso con Jaén y obligarse a no bajar la guardia.