El Xerez comienza a arrastrarse por la categoría. Lo de ayer en Lugo fue realmente inadmisible. A los nueve minutos ya perdía 2-0 y el cuadro lucense había estrellado un balón en el poste. El primer tiempo pudo haber finalizado con un 5-0 a favor de los de Setién y a nadie le hubiese extrañado. Lo del Xerez fue esperpéntico. Lo que hace falta es la temporada se acabe cuanto antes, porque la agonía puede acabar con la paciencia de muchos y eso sí puede ser peligroso. El Xerez puede bajar, de hecho va a bajar pero se tiene que ir de la categoría con dignidad, con vergüenza profesional y no como lo está haciendo. Y nadie comprende por qué pasan estas cosas. Y es que el cambio de entrenador no ha servido para nada. Carlos Ríos intenta reactivar lo que parece irremediable. Y la llegada de Bodipo es incomprensible. Es un favor a un jugador, pero, desde luego, él no tiene culpa de nada.
El partido
Y del partido se puede escribir que el Lugo ha dado el penúltimo paso hacia la salvación con los tres goles del tinerfeño Airam Cabrera, que no había visto puerta en sus nueve anteriores encuentros con la camiseta rojiblanca y que dejó encarrilado el partido ante el colista, el Xerez, con dos tantos en los primeros diez minutos.
A falta de diez partidos para el final de la temporada, el Lugo tiene prácticamente atada la continuidad en la categoría a la que ascendió el curso pasado, mientras que el Xerez se hunde de forma irremediable y lamentable.
El Lugo, que logró su mayor goleada en la Liga Adelante, no cayó en la tentación de relajarse ante el colista, que se diluyó en el Anxo Carro con rapidez, en los primeros diez minutos de partido, en los que dejó claro por qué cierra la tabla de la Liga Adelante y lleva veinte partidos sin lograr el triunfo. Cinco minutos bastaron para descubrir las debilidades del Xerez, que explotaron los gallegos en una falta lateral que ejecutó el capitán Manu desde la banda derecha y en la que tres jugadores del Lugo se desmarcaron con posibilidad de rematar la acción, algo que consiguió Airam. Fue el primer tanto del delantero con la camiseta del Lugo, al que se incorporó en el mercado invernal procedente del Numancia, con el que había marcado en la Copa del Rey, pero no en el torneo de la regularidad, en el que había disputado doce partidos con los sorianos.
El gol desequilibró al Xerez, que adelantó líneas y se vio sorprendido por el equipo de Quique Setién cada vez que le buscó la espalda a la cobertura. Airam pudo marcar el segundo tras una jugada de Óscar Díaz, que le sirvió el tanto en bandeja, pero la vaselina sobre Chema se estrelló en el poste. El delantero tinerfeño se dejó de florituras en la siguiente acción y resolvió el partido después de recibir un soberbio pase de Carlos Pita que sorprendió a la retaguardia del Xerez.
Los xerecistas quisieron, tampoco demasiado, pero no pudieron, como en el ecuador de la primera parte, cuando Maldonado no aprovechó un error de Pita, o cuando Porcar, a la media hora, probó a Yoel con un disparo desde la frontal que el portero desvió a córner.
También a saque de esquina mandó el balón el guardameta del Xerez, a falta de diez minutos para el descanso, un disparo de Pablo Álvarez tras un buen ataque del conjunto gallego.
Carlos Ríos intentó meter a su equipo en el partido con el debut del exdeportivista Rodolfo Bodipo que en cuatro minutos rozó el gol con un remate de cabeza en un centro que le llegó desde la banda derecha.
El Lugo no se sintió intimidado por el Xerez y sentenció el encuentro a falta de 25 minutos para el final con el tercer tanto de Airam, que cabeceó un centro de De Coz y superó a Chema.
La derrota para el Xerez, que estuvo a punto de marcar en un disparo de falta de Porcar, fue aún más dura en el tramo final del partido por una jugada de verdadera mala suerte, reflejo de la situación de un equipo al que nada le sale y que acabó metiendo en su portería un balón que Iago Díaz quería abrir a banda derecha, que rebotó en Barber y en Galán y entró en la portería, para amargar más la tarde a Chema.
En definitiva fortísima derrota de un Xerez descolgado total y absolutamente en el fondo de la clasificación, un Xerez que no dio una derechas y que la única positiva que puso en el partido fue el debut del juvenil Marcelo, que mostró desparpajo y buen hacer. Puede ser el camino para lo que resta de campaña, apostar por los chavales de la cantera y ver qué es lo que hay para el futuro, si es que este Xerez tiene futuro, porque indudablemente lo institucional va asido de la mano a lo deportivo y al revés.
Incidentes
En sala de prensa Carlos Ríos se mordió la lengua, porque no quería decir algo de lo que luego se pudiese arrepentir. El enfado de Carlos Ríos al término del encuentro era evidente porque entiende que “trabajamos, trabajamos, pero las cosas no salen”. Y el encuentro de Lugo se entendía que era fundamental para iniciar la opción de una escalada. Definitivamente la categoría está perdida y solo hay que esperar el momento en que ese descenso sea matemático.
Al final del encuentro Barber tiró la camiseta para los aficionados xerecistas y se la devolvieron y Maldonado tuvo algúnb tipo de problema con esos mismos aficionados que habían pasado vergüenza ajena.