La organización ecologista WWF ha vuelto a mostrar este jueves su posición contraria a nuevos desarrollos gasísticos en el Espacio Natural de Doñana, entre los que cita la apertura de nuevos pozos, el aumento de instalaciones industriales y gaseoductos o la utilización de los pozos que se vayan agotando como almacenes permanentes de hidrocarburos. De igual modo, insiste en que además de estas objeciones ahora se suman "los riesgos sísmicos, los cuales son más que ciertos tras lo ocurrido estos últimos días en el conocido como Proyecto Castor en las aguas del mediterráneo, frente a costa de Castellón y Tarragona".
Según reza en el boletín de WWF, al que ha tenido acceso Europa Press, la organización precisa que la inyección de gas en yacimientos subterráneos dentro del conocido como Proyecto Castor ha provocado en la zona del Delta del Ebro en el último mes "más de 300 terremotos de diversa intensidad según los datos ofrecidos por diversas fuentes públicas y científicos", esperándose aún más movimientos sísmicos pese a la paralización del proyecto, fuertemente discutido tanto por vecinos, asociaciones de la zona y asociaciones ecologistas.
Del mismo modo, recuerdan desde WWF que, al igual que Ecologistas en Acción, ya advirtieron en el seno del Consejo de Participación sus preocupaciones sobre los riesgos sísmicos de estos proyectos, pero no se tuvieron en cuenta sus advertencias, pese a que los mismos podrían afectar tanto a las poblaciones cercanas a los yacimientos como al propio Espacio Natural de Doñana.
Según han remarcado, los estudios de impacto ambiental que se han llevado a cabo para estos proyectos "no incluyen en ningún caso estudios detallados de los riesgos sísmicos, pese a que el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) los consideraba necesarios".
Por último, WWF pide al Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana que revise el informe positivo que en su momento dio a estos proyectos y pida al Gobierno y a la Junta de Andalucía que los mismos no se lleven a cabo por los riesgos que supone convertir Doñana en un almacén subterráneo de hidrocarburos.
Por su parte, Juanjo Carmona, técnico de WWF en Doñana, ha asegurado al respecto que los terremotos producidos por la inyección de gas del proyecto Castor demuestran que esta organización ha advertido de "un riego más que cierto y que puede tener graves consecuencias tanto para la población como para el Espacio Natural de Doñana", por lo que en aras del principio básico de precaución, ha pedido al Gobierno y la Junta de Andalucía que "impidan que en Doñana se lleve a cabo una operación de estas características".
En este sentido, ha añadido que de la lectura de los Estudios de Impacto Ambiental queda "claro que estos riesgos no se han evaluado de manera adecuada", lo que considera "inadmisible" teniendo en cuenta las afecciones que los mismos pueden tener sobre Doñana y sus habitantes.
