El jurado, compuesto por Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventós, Fernando Savater, Vicente Verdú y el editor Jorge Herralde, concedió por mayoría el premio, dotado con 8.000 euros, y ha seleccionado como finalista el ensayo Postpoesía. Hacia un nuevo paradigma, del gallego Agustín Fernández Mallo, conocido, especialmente, por su primera novela, Nocilla Dream.
Para el editor de Anagrama, Jorge Herralde, que ha mostrado su satisfacción por la calidad de ambas obras, el texto de Ferrero es “inteligente y fluido”, mientras que el de Fernández Mallo lo ha calificado de “muy valioso” y lo ha considerado “intrínsecamente polémico”.
Ferrero, nacido en Zamora hace 56 años, ha advertido de que, aunque se trata de su primer ensayo, siempre ha practicado este tipo de escritura en privado y en paralelo a sus novelas y por la necesidad que siente de reflexionar ante los mecanismos de la mente o la conciencia.
En este caso, se trata de un libro “sobre las pasiones claras y oscuras, las positivas y las negativas, las cohesionadoras y las que descohesionan”.
De todas maneras, dice que ha preferido utilizar el concepto de “experiencias del deseo”, en vez de la palabra “pasión”, porque la cree contaminada por la religión y la ideología.
Presentada bajo el pseudónimo de Joan Spoleto, Jesús Ferrero, que reside actualmente en Madrid, indica que el deseo se manifiesta “a través de la atracción, de lo que llamamos eros/amor, y a través de la repulsión, el misos/odio”.
Asimismo, cree que el amor y el odio son hijos del deseo y no al revés y se parten cada uno en dos: el amor a uno mismo y el amor al otro, el odio a uno mismo y el odio al otro.
Cuando se le ha pedido que fuera un poco más preciso, ha avanzado que en su libro realiza una “reflexión moderna sobre las pasiones que más determinantes son en nuestra vida diaria” y ha puesto como ejemplos de una pasión del amor al otro o a lo otro la gula o el amor a Dios.