En este sentido, comentaban a este periódico, que desde que se produciera este cierre, el tráfico rodado se ha triplicado con respecto a esta fecha, ya que los vehículos que vienen de la calle Doña Blanca y que pretenden alcanzar la zona de Alameda Cristina o Puerta Sevilla acceden por este vial. El problema es que esta calle es estrecha y con poco espacio para los peatones, por lo que el riesgo de un posible accidente aumenta de forma considerable. Pero otra de las consecuencias “nocivas” de este cierre es “la falta de respeto” de los conductores al cartel de máximo 20 kilómetros por hora que está al inicio de la calle, ya que una velocidad mayor incrementa aún más esta sensación de inseguridad que tienen los viandantes.
Pero otro de los perjuicios que ocasiona a estos vecinos, que vivían en pleno centro pero en una calle de relativa tranquilidad hasta el cierre de la calle Honda, es que es tan importante el paso de los vehículos a motor en esta estrecha vía que hace que los gases contaminantes inunden las viviendas, obligando a la mayoría de los vecinos, en el mejor de los casos, a tener cerradas las ventanas durante todo el día con los problemas de ventilación que ello conlleva.
En este sentido, desde este colectivo de vecinos se solicita al Ayuntamiento de Jerez que se les dé una solución antes que pueda suceder una desgracia, ya que esta calle, según los vecinos, no está preparada para soportar ese volumen de tráfico que en estos momentos tiene.
La federación de asociaciones de vecinos Solidaridad ha mostrado su apoyo a estos ciudadanos, al fin de darle una pronta solución.
