Los episodios de peste química en la capital onubense y su entorno más cercano se vienen repitiendo desde principios de 2014. Sin embargo es ahora, tras un fin de semana de insoportables olores y más de 400 llamadas de ciudadanos al 112, cuando la Junta de Andalucía, en voz de su delegado en Huelva, se ha mostrado más inflexible que nunca, aunque aún no se ha detectado el foco de la pestilencia.
El cerco se estrecha, y son doce industrias, todas afincadas en el Polígono Nuevo Puerto, las que están en el punto de mira. Ocho pertenecen a la Aiqbe y cuatro no, y a pesar de que desde la patronal aseguran que los episodios de malos olores no están relacionados con la actividad industrial de sus asociados, la Junta ha exigido a las 12 industrias un estudio olfatométrico.
El delegado del Gobierno andaluz, Francisco José Romero, se ha reunido este miércoles con representantes de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (Aiqbe), y asegura que antes del sábado se reunirán también con representantes de las otras cuatro empresas que están siendo miradas con lupa.
Durante el encuentro con la patronal, Romero afirma que le ha trasladado “la máxima preocupación del Gobierno andaluz, que vamos a llegar hasta el final, porque ya es inaceptable la situación”.
En esta línea, indica que “es una preocupación extraordinaria y estamos totalmente implicados, no puede ocurrir que se repita lo del fin de semana, y por eso también hemos insistido en que no hay vuelta atrás; seremos inflexibles”.
Romero ha insistido de nuevo en que “entendemos la preocupación y compartimos el hartazgo de la ciudadanía”, de ahí que haya afirmado que “la industria es muy importante para Andalucía, y la química para Huelva y la Junta, pero más los ciudadanos y su calidad de vida; la industria genera empleo y es esencial, pero hay que compaginarla con la calidad de vida”.
Además, entiende que estos episodios podrían afectar a sectores productivos por los que se está apostando en la actualidad, como el turismo.
Según el delegado, desde la patronal industrial “nos trasmiten su máxima colaboración, implicación y preocupación, y que están trabajando intensamente”.
En tiempo y forma
No será hasta dos años después del inicio de estos episodios de peste química, en enero de 2016, cuando se conozca el origen de los malos olores, siempre y cuando los estudios en marcha sean concluyentes. No obstante, Romero asegura que se está cumpliendo el calendario previsto.
Así, ha indicado que “en 2014 se hicieron unos estudios de emisiones que no fueron concluyentes”. El siguente paso fue exigir en mayo del pasado año un estudio olfatométrico a doce empresas de Nuevo Puerto, “de modo que en septiembre presentaran los planes de trabajo y a fin de año las conclusiones”. Tras unas correcciones en esos planes, “ya van a empezar con las emisiones”.
En paralelo, la Consejería de Medio Ambiente lleva meses trabajando en la elaboración de otro estudio de olores propios, y desde este martes se encuentra en Huelva una unidad móvil en Nuevo Puerto para reforzar el control de emisiones. La previsión es que en enero los dos estudios estén finalizados para que los técnicos de Medio Ambiente puedan analizarlos y obtener conclusiones definitivas para identificar el foco emisor.
Dentro de los parámetros
Hasta el momento, la Junta ha asegurado que siempre que se han producido los episodios de peste química, las emisiones industriales estaban dentro de los parámetros que marca la normativa. No obstante, a partir del 1 de enero se aplicará una nueva ley que revisa los actuales límites de emisión y establece nuevos.
Del mismo modo, el delegado ha asegurado que “los niveles nunca se traspasan, pero sí hay algunos puntos más elevados donde podemos exigir”, por lo que “hemos pedido más medidas técnicas a las empresas”.
En esta línea, ha expuesto que “la Junta tiene canales suficientes para exigir las modificaciones técnicas necesarias, y si no hay normativa, habrá que modificarla, pues hay un problema evidente que hay que resolver, es por el bien de la ciudad y es de interés general”.