El eurófobo y polémico Nigel Farage, anunció hoy que continuará como eurodiputado en el Parlamento Europeo porque quiere poder participar activamente en el proceso de la separación de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
"Seguiré en Estrasburgo hasta que se agote nuestro tiempo, porque quiero ser libre de comentar, alabar o criticar lo que pase" en relación con decisión votada por los británicos, dijo Farage en rueda de prensa.
Su objetivo, indicó el presidente del Grupo de la Europa por las Libertades y la Democracia Directa (EFDD), es seguir las negociaciones sobre la retirada y, al mismo tiempo, apoyar los "movimientos" que están surgiendo en otros países comunitarios a favor de lo que él llama "la independencia" de la UE.
El pasado lunes, Farage anunció su dimisión como líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) al haber conseguido el "brexit", o salida del Reino Unido de la UE.
Hoy precisó que pese a retirarse del liderazgo del partido, sigue siendo miembro del mismo, y reiteró que considera que su objetivo primordial está cumplido.
"Lo que ha hecho Reino Unido es volver a ser un país independiente", subrayó Farage, que valoró que Londres vaya a abandonar la relación "podrida" que mantiene con la UE y opinó que, por muchas complicaciones que puedan surgir en el proceso de salida del club comunitario y hasta "en el peor de los escenarios" que puedan darse en ese contexto, su país estará mejor que ahora.
Subrayó que el triunfo del "brexit" es "una gran victoria para la gente normal y decente, contra las grandes corporaciones y bancos, los políticos, los ricos y poderosos".
Reconoció que tras la consulta británica existe "división" entre la población del Reino Unido, pero se mostró convencido de que "no hay marcha atrás" y que su país abandonará la UE, algo que confió ocurra "lo antes posible".
Opinó en ese contexto que hay que explicar a la población británica que pese a la salida de la Unión, seguirán existiendo intercambios comerciales y o a nivel de estudiantes, entre otros.
Farage, eurodiputado desde 1999, lleva años respaldando la campaña a favor del "brexit", objetivo que se marcó cuando decidió en la pasada década de los años noventa dejar su trabajo en la City de Londres (centro financiero) para entrar en la arena política.
Hoy dijo que pese a ello, no se considera un auténtico político, sino más bien un hombre de negocios.
Aseguró que el día que deje de trabajar como eurodiputado echará de menos "el teatro y el drama" en el PE y el lado "social", en particular algunas amistades con otros parlamentarios, no solo eurófobos.
"Me gustará volver a Estrasburgo en cinco o diez años cuando esta UE deje de existir", cuando vuelva a ser una "Europa de naciones", es decir, de países "vecinos" que trabajan y cooperan, "quizá ahí entonces igual me convierto en el más proeuropeo", añadió.
Sobre Escocia, Farage subrayó que el Reino Unido acaba de votar "en favor de la independencia" y que, por tanto, si la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, organiza una consulta para separarse de ese país, estará haciendo un referendo "contra la independencia".
Consideró además que, tras haber votado en favor de permanecer en Reino Unido en el referendo en 2014, las condiciones actuales harían todavía más probable que Escocia se reafirmara en esa posición.