El Ayuntamiento de Huelva se ha visto obligado nuevamente a tomar medidas por un acto “tremendamente incívico y lamentable” que ha tenido lugar en El Seminario, donde se han robado 223 metros lineales del vallado perimetral de las parcelas inscritas en esta zona arqueológica de la ciudad. Como ha denunciado el concejal de Urbanismo, Infraestructuras y Servicios Públicos, Manuel Gómez Márquez, la sustracción de este material ha afectado a dos de las tres parcelas del Ayuntamiento y a una de AVRA (Agencia de la Vivienda y Rehabilitación de Andalucía), “por lo que hemos ordenado a la Policía Local que abra una investigación; se lo hemos notificado a la Junta de Andalucía, al tratarse de una zona arqueológica; y nos disponemos a reponer de inmediato el cerramiento”.

El también portavoz del equipo de Gobierno municipal no solo ha lamentado estos hechos “por la desprotección que supone para el patrimonio hasta que se reponga la valla”, sino “porque implica un nuevo gasto para las arcas municipales, con cargo al dinero de todos los ciudadanos. En cualquier caso, un trastorno provocado por personas desaprensivas, a las que poco les ha importado que aquello estuviera debidamente señalizado como zona arqueológica”. En esta línea, Gómez Márquez ha hecho un llamamiento a “la responsabilidad de todos para que el patrimonio se respete”. 

Y es que el Consistorio no solo tendrá que sufragar los gastos de la reposición de este material -que ascienden a 2.200 euros-, sino los que corresponden a la ejecución subsidiaria del vallado que se ordenó instalar a otros tres propietarios de parcelas de El Seminario, que rondarán los 6.500 euros. Habida cuenta de los costes derivados de este último ataque vandálico y los del incumplimiento de titulares de parcelas, desde el Ayuntamiento se ha pedido mayor concienciación en torno a la protección del patrimonio.

Precisamente la inspección realizada por técnicos de Urbanismo para comprobar cuántos propietarios habían incumplido la orden de ejecución fue lo que permitió constatar el robo del vallado en la misma jornada en la que la Jefatura de la Policía Local del Distrito V alertó a dicha concejalía de los hechos.

El cerramiento afectado está compuesto de tubos de acero galvanizado con mallas de simple torsión y 2 metros de altura. La valla -que estaba empotrada en la acera, por requerimiento de Cultura, para no afectar directamente a la zona arqueológica- ha sido cortada a ras del suelo para la sustracción y venta de este material por parte de los infractores.

En concreto, se han sustraído 190 metros de cerramiento de dos parcelas municipales y 33 metros de una parcela propiedad de AVRA.