Dos hombres detenidos por el robo de la escultura "La Fidelidad", una obra de arte de más de 1.500 kilos del escultor José Vilches Gómez, han quedado en libertad con cargos por orden del juez que investiga este mastodóntico robo, han informado fuentes próximas al caso.
Se trata de los gaditanos Juan Manuel R.D. y Salvador L.V., que, junto a una tercera persona que está siendo investigada, formaban una trama perfectamente estructurada que consiguió llevarse esta escultura del patio de una finca de Jerez de la Frontera (Cádiz).
Las pesquisas para identificarles, localizarles y recuperar la escultura, considerada la obra más notable del escultor malagueño José Vilches Gómez (1813-1890) y que en el mercado podría haber alcanzado el valor de unos 200.000 euros, han sido tan complejas que se ha propuesto que se condecore y felicite a los agentes de la Guardia Civil que durante siete meses han participado en la que ha sido bautizada como "Operación FIEL".
Las pesquisas se iniciaron el pasado 23 de abril, cuando fue denunciado el robo de esta escultura, un mausoleo funerario para el bodeguero jerezano Julián María Pemartín Laborde, que llevaba más de 40 años en la finca de la familia e iba a ser cedida temporalmente al Museo de Bellas Artes de Málaga.
Las primeras sospechas se centraron rápidamente en dos hombres que meses antes del robo alquilaron la finca de la familia Permartín con nombres falsos y facilitando teléfonos de los que no eran titulares.
Pagaron al contado y por adelantado el alquiler de un trimestre, 12.000 euros, más 2.000 euros de la comisión de la inmobiliaria, a pesar de que en los últimos diez años no habían tenido ninguna actividad laboral.
Los inquilinos, que mostraron con numerosas preguntas su curiosidad por "La Fidelidad", decidieron rescindir el contrato del alquiler de la finca sin siquiera reclamar la devolución de los meses que habían adelantado, aunque le pidieron al dueño quedarse unos días más con las llaves porque tenían un amigo (el tercer supuesto implicado) que tenía interés en adquirir el inmueble.
Los investigadores creen que los ladrones construyeron un cofre para cubrir el mausoleo y que utilizaron una grúa con brazo telescópico para cargarla en un camión y llevársela.
Los agentes lograron identificar a los supuestos ladrones y averiguaron que habían contactado con un anticuario de Madrid que se interesó por la pieza.
La operación de compra no llegó a culminar. El anticuario reclamó a los vendedores diversa documentación, ya que tenía interés en sacarlas a subasta para su exportación.
Para localizar la escultura, y de un brocal de un pozo de mármol que fue sustraído con ella, los agentes han indagado en una larga lista de empresas nacionales de transportistas de obras de arte, de casas de subastas y de anticuarios.
Y también rastrearon páginas web de compraventa de objetos de segunda mano. Los investigadores comprobaron que en una de estas web fue anunciado y vendido el brocal del pozo a una empresa de compraventa de elementos artísticos y decoración con sede en Málaga, a la que los ladrones también habían vendido con datos falsos "La Felicidad".
Entre 16 y el 20 de octubre se procedió a la detención e investigación de los tres supuestos autores del robo, a los que se acusa de hurto en supuesto agravado y pertenencia a grupo criminal, estafa y falsedad documental.
"La Felicidad", junto con el brocal del pozo, ha podido ya ser entregada a sus legítimos propietarios.