Para adentrarse en el espacio natural los yegüerizos se dividen en cuatro grupos que se dirigen a distintas zonas del espacio natural para reagruprar al ganado
Los yegüerizos de Almonte (Huelva) han entrado este lunes en el Espacio Natural de Doñana para reunir a alrededor de 1.000 equinos -entre yeguas y potros- que pastan en estado semisalvaje en este lugar y protagonizar mañana la tradición ancestral de la 'Saca de las Yeguas'.
La entrada en Doñana ha sido este año más emocionante si cabe, después de que el año pasado no pudieran hacerlo al quedar suspendido por primera vez en más de 500 años este acontecimiento al no haber garantías de reubicar, tras su celebración, las 400 cabezas de ganado caballar de pura raza marismeña que pastaban en la Marisma Gallega de Hinojos, espacio que debían abandonar en virtud de una ordenanza municipal.
Para adentrarse en el espacio natural los yegüerizos se han dividido en cuatro grupos o tropas que se dirigen a distintas zonas del espacio natural para reagrupar al ganado y llevarlo hasta las playas de Doñana, ha informado la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, organizadora del evento
Será desde allí cuando mañana a primera hora las tropas, conducidas por los yegüerizos, se dirijan hacia la zona conocida como 'Boca del Lobo', en el entorno de El Rocío, para aproximadamente a las 10 de la mañana pasar por la puerta del Santuario Nacional de la Virgen del Rocío, donde se realizará la bendición y se rezará la Salve.
Tras este acto, yegüerizos y ganado continúan su camino hacia Almonte, donde realizarán su entrada por el camino de Los Llanos hacia las 19:30 horas y, ya divididos en nueve tropas, recorrerán las calles del pueblo hasta el recinto ganadero.
Este año, como novedad, durante todo el proceso estará presente un grupo compuesto por cuatro veterinarios que velará por el buen estado de los ejemplares.
Ya en el recinto los yegüerizos realizan el resto de faenas ganaderas encaminadas a mejorar el bienestar de estos valiosos animales, únicos y característicos del ecosistema de marismas de Doñana y en peligro de extinción.
Una vez finalizada el certamen, los animales son devueltos a su entorno donde permanecerán en libertad el siguiente año.