La transición energética es una oportunidad. Esa es una de las conclusiones principales que se extraen de la mesa redonda organizada ayer por la Federación Onubense de Empresarios (FOE) y Atlantic Copper con el objetivo de sentar a debatir a los principales implicados en la búsqueda de un futuro sostenible.
El presidente de la FOE, José Luis García-Palacios Álvarez, se mostró convencido de que los esfuerzos de todos los agentes implicados la transición ecológica deben ir orientados a “lograr una mayor eficiencia en los procesos productivos actuales y a una apuesta constante por la utilización de energías renovables”.
Según García-Palacios, “hay que esgrimir un límite futuro de hacia dónde tiene que ir la producción energética” y el equilibrio entre desarrollo y respeto medioambiental debe basarse “en esa mejora de la producción y el consumo energético”.
Desde la FOE, “como no puede ser de otra manera”, garantizó el presidente de los empresarios “estamos tremendamente interesados en garantizar un futuro viable para toda la sociedad y para ello es fundamental la industria, sobre todo en nuestra provincia”.
El consejero delegado de Atlantic Copper, Javier Targhetta, confirmó las palabras de García-Palacios, asegurando que la industria onubense no duda en aceptar el reto de la transición energética. “En el caso de mi empresa, y de la industria en general, no vamos a desaprovechar ninguna oportunidad que nos va a dar esa transición”.
En este sentido, Targhetta aseguró que tiene muy claro que el reto ofrece “muchas oportunidades”. Como ejemplo puso la entrada de Atlantic Copper en energía eléctrica a partir de fuentes renovables, que “no sólo son protectoras del medio ambiente sino que ya son competitivas desde el punto de vista del coste”.
Además de los medioambientales y económicos, aseguró el consejero delegado, la lista de beneficios de las renovables para las sociedades “son innumerables”. Entre ellos, Targhetta citó el desarrollo social a través de la necesidad de innovación, la formación y la creación de empleo de calidad”.
En la mesa redonda participó también Fernando Martí Scharfhausen, presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, quien recordó administraciones y empresarios tienen que colaborar en el reto energético. “Queremos ponernos de acuerdo porque el fin es muy importante y el objetivo es clarísimo, es un esfuerzo en el que todos tenemos que colaborar”. En cualquier caso, explicó, la regulación es un proceso “gradual”.
También el presidente de la Comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados, José Juan Díaz Trillo, incidió en la idea de que el reto energético es “una gran oportunidad” y “el mayor desafío al que nos enfrentamos como humanidad”.
“Es una auténtica realidad que tenemos un planeta que mejorar y tenemos que hacerlo entre todos”, dijo. Díaz Trillo aseguró que tanto el sector público como el privado están avanzado en este sentido y recordó la inversión anunciada por el Gobierno de 235.000 millones de euros el próximo año. Esta actuación, dijo, “es una gran oportunidad para crear empleo de calidad”.
Como ejemplo de la colaboración privada Díaz Trillo citó a Atlantic Copper, que “está haciendo una apuesta decidida por las energías renovables y la transición energética y ecológica”.
El onubense Díaz Trillo señaló que el objetivo global a alcanzar es “la descarbonización de la economía y una economía circular”.
La provincia de Huelva, dijo, tiene mucho que decir en este reto como “territorio de oportunidades”. Huelva, señaló, no sólo ha demostrado “capacidad industrial” sino que en ella hay “predisposición, una tradición social y, al mismo tiempo, una gran oportunidad de renovables”.
