Dedicado al mundo empresarial desde bien pequeño, Néstor Santos llega a la política de la mano de Ciudadanos con la intención de tomar el bastón de mando del Ayuntamiento de Huelva. La formación naranja crece a pasos agigantados en la provincia onubense y Santos es su nueva imagen. Por detrás, un viejo conocido, Guillermo García de Longoria, de número 2. A Santos le apasiona la caza y la pesca y uno de sus hijos juega en la cantera del Decano. Su trabajo y su sabiduría, al servicio de los ciudadanos.

¿Quién es Néstor Santos?

–Soy una persona de Huelva que lleva muchos años trabajando. Desde los diez años estaba en un negocio familiar y atendía al público en un comercio sobre el pan. Aprecio mucho esta tierra y me siento muy identificado con ella.

¿Cómo fue su llegada a Ciudadanos?

–Un día un compañero dijo que me acercara a una reunión del partido. Al principio era un poco escéptico porque uno tiene ahora mala imagen de la política. Sin embargo, me encontré algo distinto a lo que pensaba. Poco a poco me fui motivando y he pasado de estar en un mundo muy diferente al de la política a presentarme como alcalde de mi ciudad.

¿Con qué fuerza cree que llegará Ciudadanos en estas elecciones?

–Ciudadanos va creciendo y es un proyecto de futuro. Estoy tranquilo porque vamos haciendo incorporaciones importantes. Aquí hay personas trabajadoras que han decidido luchar y apostar por Huelva. Quiero cambiar el panorama de Huelva porque no es la ciudad que me gusta ahora mismo.

Es la nueva imagen del Cs en la capital...

–Me siento arropado y querido. Trabajo al máximo en un proyecto en el que he puesto todo lo que pueda saber. Creo que puedo aportar mi conocimiento al Ayuntamiento para que haya una mejor gestión. Yo he pasado por todos los puestos de mi empresa y conozco cómo se maneja.

¿Por qué hay que votar a Néstor Santos?

–Porque es aire de cambio. Los onubenses tienen la oportunidad de darle un giro a la política. Cs incorpora personas de la sociedad civil, que llevan muchos años picando piedra. Ahora, mi equipo y yo lo ponemos todo al servicio de la ciudad.

¿Cuáles son las líneas básicas de su programa electoral?

–Pensamos que la política económica hay que cambiarla porque faltan inversores. Lo ideal sería una colaboración público-privada, con la llegada de nuevos capitales y lo que ya tenemos con lo que nos llega de la Junta, Gobierno y Europa. También queremos mantener todos los servicios, si se pueden bajar los impuestos se hará y apostaremos por la industria y pequeños comercios. Además, llevamos planes para el empleo porque no se puede consentir que nuestros hijos con carreras universitarias tengan que irse de Huelva para trabajar.

¿Qué impuestos se pueden bajar?

–Todos. Sólo que hay que analizarlos para que no haya un problema en la prestación de servicios públicos.

¿Cómo se atraen inversores?

–Muy sencillo. ¿Tú por qué compras una casa? Porque te gusta. ¿Qué haces para vender un coche? Limpiarlo y arreglarlo. Cuando Huelva sea bonita y tenga una oferta turística interesante vendrá gente a invertir. El problema es que Huelva no es atractiva actualmente.

¿Qué solución propone para las balsas de fosfoyeso?

–Pasa por los tribunales. Como onubense me gustaría que no estuvieran. Hay que escuchar a los expertos pero es la empresa que ha contaminado la que tiene que reparar lo que ha hecho.

¿Qué primera medida tomaría si es alcalde?

–Reunirme con los empleados del Ayuntamiento y saber qué inquietudes tienen. La gente tiene que trabajar a gusto.  Quiero una Huelva con mucha oferta de ocio, limpia y que no se sienta abandono en los barrios.

¿Qué plan tiene con el Recreativo?

–Debe pasar a manos privadas y que se gestione como un negocio. El problema es que se le ha hecho mucho daño al usarlo políticamente.

¿Qué piensa de la última legislatura de Gabriel Cruz como alcalde?

–Buena estabilidad presupuestaria pero comodidad a la hora del crecimiento de Huelva. Esta ciudad está peor que hace cuatro años.

¿Cuáles podrían ser sus socios de gobierno?

–Cs es un partido liberal, de centro y progresista. Todo lo que esté cercano al centro es bueno.