Obama, que hizo unas declaraciones a los medios de comunicación en la Rosaleda de la Casa Blanca, afirmó que no percibe el galardón como “un reconocimiento a mis propios logros, sino como un respaldo a las aspiraciones de gente en todos los países”.
El galardón, sostuvo el presidente estadounidense, lo considera compartido “con todo aquel que lucha por la justicia y la dignidad”.
El anuncio del premio, cuando Obama lleva apenas nueve meses en la presidencia del país, fue acogido con estupefacción en Washington y en la Casa Blanca.
El mandatario, según explicó su portavoz, Robert Gibbs, conoció la noticia en torno a las 06.00 hora local (10.00 GMT), cuando él le despertó para informarle.
Según indicó Gibbs, el presidente ni siquiera sabía que la suya figuraba entre las candidaturas, cuyo plazo de presentación finalizó apenas dos semanas después de su llegada al poder.
El premio llega también en un momento hasta cierto punto paradójico. Si ayer por la mañana Obama se levantó como emblema de la paz mundial, por la tarde tenía prevista una reunión con su equipo de Seguridad Nacional para diseñar la estrategia en la guerra de Afganistán, que podría incluir un gran envío de refuerzos.
El presidente estadounidense se declaró “profundamente sorprendido y honrado” por el galardón. “Para ser sincero, no siento que me merezca estar en la compañía de tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con este premio", reconoció el presidente estadounidense.
El Instituto Nobel de Noruega indicó hoy al anunciar el premio que Obama lo ha ganado por sus "esfuerzos extraordinarios por reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos".
En concreto, el Instituto ha destacado sus esfuerzos por tender puentes hacia el mundo musulmán y en favor de un futuro sin armas nucleares.
El presidente estadounidense llegó a la Casa Blanca con la promesa de comenzar una nueva etapa de cooperación con la comunidad internacional después de las tensiones vividas durante el mandato de su predecesor, George W. Bush.
Hasta el momento se trata más de una esperanza que de hechos concretos, pero Obama destacó que "a lo largo de la historia, este premio no se ha utilizado exclusivamente para premiar éxitos específicos; también se ha usado como una manera de dar impulso a una serie de causas”.
“Por eso acepto este premio como un llamamiento a la acción, como una llamada a todos los países a afrontar los desafíos comunes del siglo XXI”, subrayó Obama, que citó entre ellos la lucha contra el cambio climático o el conflicto en Oriente Medio.
En una nota más personal, reveló que sus hijas no parecieron muy impresionadas por el anuncio. Su hija Sasha, de ocho años, le comunicó que “Papá, has ganado el premio Nobel de la Paz. Y es el cumpleaños de Bo”, el perro de la familia presidencial.
“No hay nada como tener hijos para conservar la perspectiva de las cosas”, bromeó el presidente.
Obama tiene previsto desplazarse a Oslo para recibir el premio en la ceremonia prevista para el 10 de diciembre.
El premio viene acompañado de una recompensa en metálico de 1,4 millones de dólares. La Casa Blanca ha indicado que el mandatario donará esa cantidad entera a fines caritativos, aunque hasta el momento no ha revelado cuáles.
Se trata de la tercera vez que recibe el Nobel de la Paz un presidente de Estados Unidos en activo, después de Theodore Roosevelt (1906) y de Woodrow Wilson (1919).
El anuncio ha sido acogido con división de opiniones en este país. Dos de sus predecesores en el galardón, el ex presidente Jimmy Carter y el ex vicepresidente Al Gore, han considerado el premio “bien merecido”.
Por contra, el presidente del Partido Republicano, Michael Steele, consideró “desafortunado que el estatus de estrella del presidente haya eclipsado a otras personalidades incansables que han conseguido logros reales en favor de la paz y de los derechos humanos”.
Desde fuera, más críticos fueron los talibanes afganos que condenaron a concesión y recordaron que “miles” de tropas norteamericanas continúan desplegadas en Afganistán.
“No hay diferencias entre la política de Obama y la del anterior presidente (George W.) Bush. Obama sigue continuamente la política de Bush”, dijo el principal portavoz de los insurgentes en el país, Zabihullah Mujahid. “Si Obama quiere la paz, debería retirar inmediatamente las tropas de Afganistán”, apostilló.