La III Corrida Magallánica que se celebró en la Plaza de Toros de El Pino tuvo como triunfador a Octavio Chacón, que cortó dos orejas, una a cada astado a los que se enfrentó. Rafaelillo se llevó una ovación en el primero y una oreja en el segundo.
Quien corrió peor suerte fue el jerezano Cristóbal Reyes, que tomaba la alternativa y que fue cogido por el sexto toro de la Ganadería de Miura, el segundo al que se que enfrentó. A entrar a matar fue sorprendido y aunque se libró de la cornada bien es cierto que acabó mal parado. Afortunadamente todo quedó en un tremendo susto.
Se vendieron todas las entradas del aforo permitido en un histórico coso taurino que presentó una imagen impresionante porque una alfombra de sal sustituyó al habitual albero. El primer teniente de alcalde de Sanlúcar de Barrameda, Javier Porrúa (Cs), acompañado del delegado de Cultura y Fiestas, Manuel Lobato (Cs), visitó antes el montaje de la alfombra de sal que se colocó en la Plaza de Toros de El Pino para la Corrida Magallánica celebrada este sábado 21 de agosto. Fueron 25.000 kilos de sal los que compusieron esta alfombra cuyo diseño fue del artista sanluqueño Joaquín Lara.
El empresario de la histórica plaza de toros, Carmelo García, felicitó al artista por el diseño y la elaboración de esta alfombra. Dijo que “los sanluqueños debemos estar muy orgullosos por acoger un evento con esta repercusión, que prácticamente se consolida como tradición en Sanlúcar y que el pasado sábado convirtió a la ciudad en epicentro nacional de la tauromaquia”, señaló. Se cubrieron 1.100 metros, con un tiempo récord de 15 horas de montaje entre ocho personas. Una obra de arte en el coso taurino.