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Ronda

Raúl Guerra: "No me gusta que me llamen artista"

El ilustrador rondeño regresa de Estados Unidos, donde ha expuesto sus obras en dos importantes galerías de arte

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  • Raúl Guerra.

El pasado mes de agosto, la Corey Helford Gallery, en Los Ángeles, inauguró una exposición en tributo al 75 aniversario de la obra del francés Antoine de Saint-Exupéry, ‘El Principito’. La muestra cuenta con una obra del ilustrador Raúl Guerra, que recibió una llamada de la propia galería de arte estadounidense para formar parte del proyecto.

“Yo no he tenido nunca la idea de exponer en una galería. Yo quería ser ilustrador de libros pero si llaman a tu puerta, no dices que no” explica este rondeño que ya ha tenido oportunidad de presentar sus obras en otros importantes espacios dedicados al mundo del arte a nivel internacional.

De hecho, también en el país norte americano, pero en San Francisco, se ha expuesto de manera simultánea otra de sus obras en la muestra ‘The Art of Art’, de la Modern Eden Gallery. “Yo ya había trabajado con el comisario de esta exposición, que ahora quería reunir a un grupo de artistas internacionales y yo accedí. Sólo me pidió que fuese algo muy colorido e imaginé a esa niña vestida de flores”, explica.

Los niños con ojos grandes son los principales protagonistas de sus obras. Su inspiración procede del mundo del manga y del cómic, del que es un gran aficionado. La naturaleza es otra de sus grandes pasiones, por lo que siempre aparece reflejada en sus dibujos. Pero no es la primera vez que presenta sus creaciones fuera de nuestro país. Ya ha estado en Escocia y Edimburgo, entre otros.

De todos ellos guarda un buen recuerdo excepto de Francia. París fue la primera ciudad en la que tuvo la oportunidad de exponer en la que aprendió una gran lección: “Para empezar mi colección se titulaba ‘Mujeres de tierra’, porque estaba inspirada en el folklore, y decidieron llamarla ‘Un hombre español en París’. De las 15 obras presentadas, conseguí vender 12. Pero el comisario desapareció, huyó y no supe nada de él. Resultó ser un fraude. Así que me encantaría volver allí”, asegura.

Sus obras se venden por varios miles de euros y su nombre comienza a ser conocido en todo el mundo. Sin embargo, no le gusta que le reconozcan como artista: “Parece que hoy la palabra ha cogido otros tintes. Si participas en un concurso de televisión o en cualquier plataforma online casi que eres ya un ‘artista’. Prefiero ser un profesional de lo que hago. Y, en este caso, me considero un profesional de la ilustración”, explica.

 Guerra compagina la creación de obras con la enseñanza, dando clases de dibujo en su ciudad, de la que no le gustaría marcharse. Tanto es así, que siempre que puede ejerce como embajador. “Invité a una de las coleccionistas a Ronda y quedó encantada. De hecho se quiere comprar una casa aquí. Y cada vez que enseño fotos del Tajo, la gente no se cree que yo pueda vivir en un lugar como este”, recuerda.

Aunque no se considera una persona ambiciosa reconoce que le gustaría publicar un libro con todas sus creaciones: “Con los tiempos que corren, yo me doy por satisfecho pero mi mejor momento profesional llegará cuando haya un catálogo de mi obra. Porque las exposiciones están bien pero es algo muy transitorio. Un libro es algo tangible que va a quedar ahí”.

Precisamente el mundo editorial, ilustrar libros, es algo que le llama bastante la atención y donde va a centrar sus próximos proyectos: “De pequeño he consumido muchas historias infantiles, como los cuentos de los hermanos Grimm; y como creativo, me gustaría que el mundo conociese cuál es mi visión de esos personajes”.

Ahora está trabajando con una amiga en un libro infantil sobre el dolor crónico pero asegura que va a seguir buscando la oportunidad de trabajar con importantes editoriales.

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