¿Son los grandes temas políticos de la ciudad eternos? ¿Por qué pasan los años y no paramos de hablar de los Baños del Carmen, el parque de REPSOL o… LIMASA? La empresa de limpieza vuelve, si es que alguna vez se fue, a la actualidad informativa. En este caso, porque el alcalde de la ciudad anunció en el pleno del debate sobre el estado de la ciudad, que va a iniciar los trámites para la municipalización de esta sociedad, que tantos quebraderos de cabeza ha dado a los diferentes equipos de gobierno del Partido Popular desde hace años. Para ser exactos, desde 2002, con aquella gran huelga general, que acabó en un “escondido” pleno, bajo los fuegos artificiales de la feria de feria en agosto de 2003, para seguir todo igual, hasta la semana pasada. ¿O no?
Con De la Torre, fiel al estilo “Mariano”, nunca se sabe. Porque para oponerse, o poner trabas a proyectos de la Junta, no duda, ¿o sí?; pero para este caso, la historia demuestra que… ¿un poco?
Tras la comisión de investigación solicitada por Ciudadanos el pasado verano algunas preguntas parecían tener sus días contados. Incluso de las conclusiones de este grupo de trabajo algunas ideas apuntaban a que la decisión final que el Consistorio, esperada para 2017, era continuar con la privatización del servicio, como hasta ahora, a pesar del reclamo de municipalizar la empresa, como reclamaban PSOE, Málaga para la Gente-IU y Málaga Ahora.
En aquel entonces, el alcalde declaró a los medios de comunicación, que según los estudios que esperaba, que la privatización "da la impresión de que puede ser más eficaz, con menos dolor de cabeza para los que gobiernen", y anunció que tomaría la decisión con el resto de los grupos municipales, a los que ahora pilló por sorpresa con su anuncio en el pleno de la semana pasada.
El problema es la credibilidad que puede darse al anuncio. Desde 2003 ha llovido, hemos tenido varias y significativas huelgas de los trabajadores, algún que otro pequeño tirón de orejas desde los juzgados. Lo que sí queda claro, como le recordó recientemente el portavoz socialista en el Ayuntamiento, se trata de un asunto que superará a este gobierno y a sucesivos. El propio De la Torre lo sabe. Desde el año 2000 lleva sufriéndolo y pensándolo. ¿Continuará?
