El Hospital Universitario de Jaén ha puesto en marcha un nuevo TAC espectral, el primer equipo de estas características en la provincia, que permitirá una mayor cobertura en el diagnóstico y mejorar la resolución de las imágenes tomadas, con una menor dosis de radiación. Es de especial utilidad en patologías cardiológicas, pediátricas, oncológicas, urológicas, de medicina interna y musculoesqueléticas.
La delegada territorial de Salud y Consumo, Elena González, y el director gerente del Hospital Universitario de Jaén, Francisco Javier Vadillo, han visitado este dispositivo electromédico, del que González ha destacado que “se trata de un equipo de última generación que aporta como novedad la `imagen espectral´; un equipamiento de vanguardia que constata la apuesta de la sanidad pública andaluza por la mejora continua y el compromiso de este centro hospitalario con la innovación y la mejor respuesta asistencial”.
El nuevo tomógrafo computarizado, que ha supuesto una inversión de 987.000 euros, entre obras de adaptación y la propia adquisición del equipo, proporciona los beneficios de la generación de la imagen espectral, que suma el máximo detalle visual para la mayor caracterización de distintos elementos, tejidos y lesiones.
“Este equipo permite hacer estudios completos en menos de un segundo, especialmente beneficiosos en los casos pediátricos dónde se puede evitar la sedación”, ha indicado González.
Este TAC ha sido adquirido por el Servicio Andaluz de Salud con fondos europeos, y se encuentra integrado en el Proyecto Huella de Energía.
En concreto, el TAC espectral tiene características tecnológicas que lo definen como uno de los de mayor precisión disponible en el entorno sanitario actual, aportando numerosas ventajas.
Las mismas destacan, en primer lugar, por el hecho de disponer de la propia imagen espectral: alta calidad de definición, velocidad de adquisición de imágenes en fracciones de segundo e identificación más minuciosa de la composición de determinados tejidos o áreas patológicas.
Por otro lado, permite realizar estudios de ultra baja dosis, reduciendo la dosis de contraste yodado intravenoso en los pacientes y la radiación hasta en un 80% con respecto al TAC convencional.
A ello hay que sumarle la multivariedad de su aplicabilidad en numerosas especialidades médicas y quirúrgicas, siendo de especial utilidad en patologías cardiológicas, pediátricas, oncológicas, urológicas, de medicina interna y musculoesqueléticas.