La Secretaría de Estado de Medio Ambiente ha evaluado de forma positiva las medidas medioambientales dispuestas para las obras de mejora y modernización del regadío de las Vegas Altas del Guadalquivir (sector IV), en los términos de Torreperogil y Úbeda, en la provincia de Jaén.
De esta forma, puede seguir adelante el proyecto, promovido por la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), que afecta a 477 hectáreas y que hará posible el ahorro del 32 por ciento en el consumo de agua, según ha informado este viernes la Subdelegación del Gobierno.
La resolución de la citada Secretaría de Estado, organismo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que aparece publicada este viernes en el BOE, concluye que, teniendo en cuenta la evaluación de impacto ambiental practicada y el análisis realizado, no es previsible que la realización del proyecto vaya a producir impactos adversos significativos.
Las obras consistirán en la mejora y modernización del riego en la zona mediante la construcción de los sistemas de bombeo y almacenamiento necesarios para abastecer las necesidades de riego de las parcelas. En concreto, el agua se impulsará desde el río Guadalquivir hasta una balsa de 81.000 metros cúbicos mediante una estación de bombeo existente. Desde la balsa, y por gravedad, el agua se transporta a una estación de filtrado, desde donde se distribuye por una red de riego enterrada, compuesta por una red principal con 11.758 metros de tuberías y una red secundaria de 128.020 metros.
En la resolución se han tenido en cuenta las medidas preventivas que ha tenido en cuenta el promotor para evitar impactos negativos en el medio ambiente, principalmente los causados por los movimientos de tierras, las operaciones sobre la vegetación y las molestias sobre la fauna del entorno durante las obras. Así, y entre otras medidas, en el documento ambiental se determina que la velocidad de circulación por los caminos se moderará a 40 km/h y se realizarán riegos diarios.
VEGETACIÓN Y FAUNA
La maquinaria se ubicará fuera de cualquier espacio protegido y alejada de los cursos de agua y los residuos generados serán gestionados y llevados a vertederos autorizados. Se crearán, además, un total de 29 bandas de vegetación que actuarán como filtros verdes en la zona de desagüe de las parcelas para disminuir el posible aporte de fertilizantes y fitosanitarios al río.
Igualmente, para reducir al mínimo las molestias sobre la fauna, el promotor ha planificado las obras para evitar coincidencias con los períodos de cría y propone una vigilancia para evitar daños en los nidos, además de realizar rampas de escape en las zanjas abiertas. El proyecto también contempla la creación de varias islas artificiales en la balsa, con vegetación de ribera, para dar acogida a distintas especies de aves y se habilitarán espacios para cría de tortugas y galápagos.
Finalmente, una vez terminadas las obras se procederá al desmantelamiento de las infraestructuras auxiliares y a la restauración de las superficies ocupadas por las mismas, así como a la repoblación de zonas que pudieran resultar degradadas en los márgenes del Guadalquivir y los arroyos afectados.
