La intervención en el paraje de Los Cañones de Río Frío vuelve a retrasarse. El Gobierno de la nación anunció en octubre pasado una inversión de 750.000 euros para la mejora de este entorno natural, uno de los parajes naturales de mayor belleza del término municipal de Jaén. Una actuación que se fijó para el primer trimestre de este año y que, por tanto, no se llevará a cabo en esta fecha.
Hay que recordar, en todo caso, que, inicialmente, la intervención se había fijado para finales del pasado verano, aunque en octubre el Gobierno la retrasó a los primeros de este año con el argumento de acometer una actuación mucho más ambiciosa con un plan de restauración ambiental que casi triplica su presupuesto inicial.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno no han precisado cuándo se llevarán a cabo estas obras, pero subrayan que la inversión comprometida no peligra al estar recogida en los Presupuestos Generales del Estado.
De este modo, el proyecto redactado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que recogía sugerencias de la asociación vecinal del Puente de la Sierra, prevé el acondicionamiento de los caminos y las zonas de aparcamiento y se prevé la construcción de zonas de descanso y ocio (merenderos) o un quiosco-bar, al tiempo que se rehabilitarán o demolerán edificios existentes con el fin de convertirlos en miradores o aprovecharlos para fines recreativos. También se prevé limpiar y regenerar el canal existente para que el agua vuelva a circular por el mismo y también se construirá una pasarela sobre el antiguo canal que sirva de paseo e interconexión entre miradores y zonas de interés paisajístico. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, anunció en octubre (al presentar el proyecto en la Subdelegación) que las obras tendrían un plazo de ejecución de un año.
Mala conservación
Hay que tener en cuenta que el paraje natural de Los Cañones se encuentra actualmente en un preocupante estado de conservación y amenazado. También es habitual ver el cauce y la ribera del río llenos de basuras que constituyen un potencial peligro de contaminación para el ecosistema fluvial, según admitió en su día la propia Confederación del Guadalquivir. A ello hay que unir el impacto que producen las aguas residuales sin tratamiento de las viviendas de la zona.
