Lejos de buscar el consenso político para sacar adelante al Ayuntamiento más endeudado del país, los grupos municipales utilizaron el debate sobre el estado de la ciudad de Jaén para ahondar en la confrontación política y la ausencia de soluciones para una capital que es reflejo del estado de su Consistorio.
Como era de esperar, el equipo de gobierno del PP y la oposición ofrecieron dos visiones antagónicas de la ciudad, autocomplaciente por parte de los primeros y muy negra por parte de los segundos (“entre el blanco y el negro, yo también veo una ciudad con grises”, llegó a decir la portavoz del PP, Reyes Chamorro) y donde buena parte del debate se redujo a reivindicar ayuda a otras Administraciones. El alcalde, Javier Márquez, no quiso eludir la autocrítica y admitió que cuando deje el cargo se le recordará como el regidor del Ayuntamiento más endeudado. Pero acto seguido puso en valor el “modelo de ciudad” que se está proyectando ahora de cara al futuro (con el PGOU como referente) y sorprendió a todos cuando hizo suya una frase que le dijo la concejala de Cultura, Francisca Molina, cuando peor lo ha pasado para poder pagar las nóminas de los empleados: “Aquí nunca pasa nada”.
Y tras el Pleno han seguido los reproches entre los grupos políticos. Así, la viceportavoz socialista, Mercedes Gámez, calificó como “bochornoso” que el PP “no se exigiera nada como gobierno local que es y no plantease ninguna medida para la ciudad más allá de pagar las nóminas a los trabajadores municipales “como hacen los 8.000 ayuntamientos de España”. Y censuró que con una deuda de 700 millones, el PP ni siquiera aprobase pedir al Gobierno de España una quita. Así está la ciudad”. Entre las propuestas, el PSOE sacó adelante un plan de fomento de los polígonos industriales, de apoyo al pequeño comercio, atención a los barrios o la revisión del Plan de Turismo y un plan de control de las concesionarias.
Pero la portavoz del PP, Reyes Chamorro, cargó contra el “ejercicio de demagogia y el poco sentido de la responsabilidad” del PSOE por votar en contra de las propuestas para inversiones en los barrios que el PP llevó al debate sobre el estado de la ciudad. O su voto en contra a la Ciudad Sanitaria, un pabellón deportivo y de un plan de empleo.
Tras el Pleno del pasado viernes, el PP ha convocado para hoy lunes a la Comisión de Hacienda extraordinaria y urgente en la que se va presentar a los grupos municipales un plan económico financiero para poder pedir al resto de administraciones ayuda y dotar de mayor liquidez económica al Ayuntamiento. El edil de Hacienda, Manuel Bonilla, volvió ayer a pedir al resto de grupos políticos “responsabilidad y cooperación” para apoyar esas medidas y poder así “mantener la normal prestación de todos los servicios y de paso garantizar todo el empleo municipal”.
Desde el PSOE, la edil Mercedes Gámez replicó instando al alcalde (al que definió como el del 'no os preocupéis que aquí nunca pasa nada'") a poner sobre la mesa “alguna medida más de saneamiento que pedir responsabilidad a la oposición”. El PSOE criticó ayer que “ninguna de las medidas de contención del gasto del plan de ajuste se ha cumplido, con la única excepción de la subida de impuestos”
Crédito de 14,5 millones
Los tres concejales no adscritos volvieron a convertirse en aliados del gobierno del PP a la hora de aprobar en el pleno un nuevo crédito por valor de 14,5 millones de euros que irá destinado en su mayor parte al pago de las nóminas hasta final de año de los 1.426 trabajadores que conforman la plantilla municipal. Tanto el PSOE como Jaén en Común (JeC) votaron en contra tras insistir en que pedir más créditos es ahondar más en la difícil situación financiera del Ayuntamiento jienense.
El edil de Hacienda, Manuel Bonilla, admitió que dicho crédito, que se encuentra fuera de prudencia financiera, es la única alternativa para “seguir prestando servicios básicos desde este Ayuntamiento”. “No es ni la mejor operación, ni la que me hubiera gustado traer a este pleno, pero no tenemos posibilidades de más ayudas por ninguna Administración pública y tenemos que operar con nuestros propios medios”, subrayó Bonilla, que instó al resto de grupos a poner encima de la mesa otras soluciones mejores.
Iván Martínez, de los no adscritos, justificó su apoyo al crédito al reconocer que “no hay mucho margen de acción” y que “esto son lentejas, el que quiere las come y el que no las deja”. Y añadió que votaron a favor por “responsabilidad”, aunque siguen reclamando un plan a medio plazo para evitar la petición de más créditos.
