El Comité Electoral Nacional del PP designará este viernes, de forma oficial, a Javier Márquez como candidato a la alcaldía de Jaén en los comicios de mayo de 2019. Márquez, que será presentado mañana sábado en un acto en Marbella junto al resto de candidatos de las capitales andaluzas, tenía desde hace tiempo el apoyo de la dirección regional del PP y de su presidente, Juanma Moreno, para ser el cabeza de lista, aunque ha demorado su respuesta hasta verse forzado por el calendario del partido.
Ayer, Márquez mostró su “satisfacción” de poder optar a seguir siendo alcalde de Jaén “que es el mayor honor que puede tener un jienense”. Márquez hizo estas declaraciones en un comunicado remitido por el grupo popular del Ayuntamiento donde se decía que había sido la dirección provincial quien abanderó la propuesta de su candidatura, pese a que es el Comité Nacional el competente en las capitales. En el mismo comunicado, Márquez no ocultó las dificultades que entraña su aventura política. “Va ser un reto complicado”,dijo, aunque acto seguido añadía que “desde el PP estamos preparados para que Jaén no frene su desarrollo”. Como publicó este periódico el 22 de enero, las dos condiciones que
Márquez ha puesto para liderar la lista popular son tener manos libres para la confección de su equipo (él entró en noviembre de 2015 sustituyendo a Fernández de Moya) y también un mayor apoyo del partido e institucional para luchar contra la grave situación económica del Consistorio. Exigencias que Márquez habría arrancado a un partido del que ayer dijo que está “más unido que nunca”, en alusión al acuerdo alcanzado con el sector crítico.
Mandato próximo
Cuando Javier Márquez habla de que su candidatura va a ser un “reto complicado” se está refiriendo al escenario político que él augura para el próximo mandato municipal. En una comparecencia reciente, Márquez pronosticó metafóricamente que la próxima Corporación estará formada por una “ensalada de partidos”, una atomización que hará imposible las mayorías y donde las alianzas jugarán un papel decisivo. A todo ello se une ahora el incierto futuro por el parón del PGOU, que el alcalde quiere prolongar al máximo en la vía judicial.