El artista baezano Miguel Ángel Tornero expone en la sala de la antigua Escuela de Magisterio de la Universidad de Jaén (UJA) su particular visión sobre la fusión de la fotografía con la naturaleza, a través de un collage.
Bajo el título ‘Sin atajos’, la muestra se compone de una selección de sus obras recientes, un conjunto de piezas donde es posible advertir los intereses, claves y objetivos que palpitan en el interior de su última producción artística última.
Se trata de la vuelta a la verdad de lo analógico, al trabajo manual que no abandona el marco fotográfico, pero que avanza hacia la instalación escultórica, a la revisión del collage como herramienta creativa y como modelo de comprensión de la realidad, a la explosión del flash que ilumina un instante la noche, a la producción de escenografías para la extrañeza y la desorientación.
Por encima de todo, la fuente donde buscar toda referencia está escondida en la realidad cotidiana y en la memoria familiar. Todas sus propuestas, de un modo u otro, conservan relación con el territorio y los paisajes de su infancia y adolescencia.
Tornero busca el paralelismo del paisaje interior y el paisaje exterior. “Las fotografías están realizadas de noche, como una forma de reconciliarse con la parte oscura y pinchosa de cada uno”, apunta.
La muestra ofrece mucha información visual, “incluso barroca, como mucho ruido, para estimular a la vista”.