Finaliza un curso “lleno de incertidumbre e improvisación” para familias con escolares en hogares convertidos en aulas, en los que la formación online ha sustituido a la presencial, de marzo a junio, por la pandemia del Covid-19.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres ‘Los Olivos’, Pedro Delgado, reconoce que ha sido un “proceso inédito”, tres meses que han evidenciado que “nadie” estaba preparado para la teleformación. “La improvisación ha sido para todos. Las familias no sabían cómo atender la demanda de trabajo online. Estaban muy desorientadas”, valora.
La relación entre padres y docentes ha sido dispar. “Ha habido docentes que han sabido adaptarse por su formación para la enseñanza online y otros que no”, denuncia. Los adultos delegados de aula han sido “clave”, como interlocutores entre las familias de una clase y el tutor. El curso ha finalizado “mejor que como comenzó el trimestre”.
Dice: “Se ha demostrado que en Infantil y Primaria la enseñanza tiene que ser presencial”. Las familias han vivido momentos de presión e incertidumbre laboral y económica. “Mantener el aprendizaje online de los hijos supuso una presión añadida. Pedimos que nos ayudaran a mantener la rutina y que no se introdujera más presión. Estamos agotados”, señala.
Se ha detectado una brecha social y digital. “Ha generado mucha desigualdad entre las familias. El aspecto más dañado del sistema educativo ha sido la equidad. Ha habido familias que lo han llevado bien, pero otras se han quedado en el camino”, dice. Para el curso próximo, solicita un programa de refuerzo educativo que refuerce la formación de los alumnos que se han quedado atrás y que dure todo el curso escolar.
Apuestan por volver a las aulas, “siempre que se garantice la seguridad”. Señala la necesidad de bajar la ratio de alumnos por aulas y aumentar el número de docentes, incorporando a educadores sociales, orientadores y enfermeros. “Habrá menores de Infantil con problemas de sociabilización. La vivencia anímica que han visto en sus hogares se notará en la actitud de los niños en clase”, augura.
Preocupado porque la Administración “quiere que se vuelva a las aulas como si no hubiera pasado nada”, siente “incertidumbre” por no saber “cómo será el próximo curso”.
