El Ayuntamiento de Jerez ha ofrecido a la Unión de Hermandades el edificio de su propiedad que fue sede del museo taurino con el objetivo de convertirlo en un museo dedicado a la Semana Santa y al arte cofradiero en general.

La propuesta debe ser estudiada ahora por los hermanos mayores, quedando pendiente de perfilar las condiciones de cesión del inmueble, que está situado en la calle Pozo del Olivar y que cuenta con una extensión superficial de 820 metros cuadrados.

El presidente del Consejo local de la Unión de Hermandades, José Manuel García, entiende que las cofradías están ante “una oportunidad” que debe ser “aprovechada”, toda vez que se cumpliría “un anhelo histórico”.

Al mismo tiempo, el equipamiento permitiría la celebración de los plenos de hermanos mayores, que de un tiempo a esta parte se vienen llevando a cabo en el auditorio del Obispado dadas las reducidas dimensiones del salón de la sede de Curtidores.

“Ahora se están estudiando las condiciones de la cesión, que entiendo debería ser por 75 años y luego serán los juristas del Obispado y del propio Ayuntamiento quienes deban perfilar el acuerdo”, explicó José Manuel García en el programa Luz de Pasión, que se emite semanalmente en 7 TV Jerez.

 

La idea que baraja el Consejo es que la sede de la calle Curtidores quede como zona administrativa, quedando el antiguo museo taurino como salón de exposiciones, plenos y otros actos de carácter cultural que pudieran organizarse.

La mayor dificultad que entraña la puesta en marcha de un museo de estas características es que la mayor parte de las piezas que podrían exponerse son utilizadas regularmente por las propias hermandades.

De ahí que se plantee la posibilidad de organizar exposiciones temporales o temáticas que constituyeran un atractivo más para el centro de la ciudad.

El Ayuntamiento instó judicialmente al desalojo del museo taurino la pasada primavera, dado que la concesión administrativa había expirado el 1 de enero de 2013 y que la empresa que había estado explotando el edificio desde diciembre de 1997 había desatendido sus reiterados requerimientos.

Con anterioridad a esa orden de desalojo, el Consistorio había sacado a licitación de la venta del edificio sin que se presentara ninguna oferta. El precio base de licitación ascendía a 486.688 euros (sin IVA).

La finca posee una tipología constructiva de casco bodeguero tradicional, constituida por dos naves diferenciadas.

Dispone también de construcciones anexas de una planta para albergar las infraestructuras de apoyo necesarias para su función principal.

El ofrecimiento municipal fue trasladado este martes por el Consejo al pleno de hermanos mayores. Las partes deben ahora negociar las condiciones de la cesión.

Las obras del Arroyo y el caso de La Piedad

José Manuel García también garantizó que las obras que se ejecutan en el eje del Arroyo no obligarán a modificar el itinerario de ninguna cofradía, si bien avanzó que el tramo comprendido entre la calle José Luis Díez y la Calzada del Arroyo quedará cerrado al público en general.

En su recorrido hacia la Catedral, las hermandades tomarán por la margen izquierda de José Luis Díez.

Aquellas cofradías que deben ascender por esta calle dispondrán de una pasarela, que estará también habilitada para el paso de ambulancias.

Como ya es sabido, no será imposible colocar la tribuna de palcos, debiendo ser reubicados los 80 abonados por distintas zonas de la Carrera Oficial, sin que sea necesario instalar nuevas estructuras.

El presidente del Consejo se refirió por último al acuerdo de los hermanos mayores del Viernes Santo en virtud del cual se propone que la Hermandad de la Piedad sea la primera en pasar por la Carrera Oficial la tarde del Viernes Santo.

A García no le parece “ni bien ni mal” la opción que se ha puesto sobre la mesa, recordando que todos los horarios e itinerarios deben ser aprobados en última instancia por el Obispado.