La compañía APM Terminals ha dado a conocer un cálculo estimado de cómo cerrará su terminal en el puerto de Algeciras en el presente año. Y las previsiones, como se esperaban, no son positivas. Según publica el prestigioso diario inglés Lloyd´s List, las instalaciones acumularán un 14% menos de tráficos de contenedores que en 2009.

No por esperado, este dato deja de ser netamente negativo y añade aún más presión a las negociaciones que el grupo danés mantiene para firmar un nuevo convenio colectivo con sus empleados. Además, presenta datos objetivos a la estiba para forzarles a renegociar el convenio alcanzado hasta 2017 y celebrado por la responsabilidad mostrada entonces por la plantilla.

APM está revisando cinco bloques para lograr reducir en un 20% sus costes y lograr una mayor competitividad en el nuevo escenario del Estrecho. El llamado Dilema de Algeciras analizaba tanto los costes operativos y los beneficios de la compañía como las tasas portuarias o la relación con empresas auxiliares.

Sin embargo, el eslabón de la relación con los trabajadores vuelve a padecer una intensa presión, amenazando con romper la cadena que une a la compañía danesa con el puerto algecireño.

Descenso
En declaraciones a Lloyd´s List, el director de la terminal, Anders Kjeldsen, señaló que el descenso se cimenta en la fuerte competencia entre navieras y terminales. Por ello, puso de manifiesto la “urgente necesidad” de reducir costes en la terminal del puerto de Algeciras.

Este descenso toma forma cuando se habla del número de TEU's semanales. Antes del desvío de tráficos a Tánger Med, la terminal oscilaba entre 35.000 y 40.000 contenedores a la semana. Ahora, apenas si se pasan de los 30.000 TEU's.

Esto se traduce en que durante los cinco primeros meses del año, el puerto algecireño sumó ascensos de tráficos que invitaban a un optimismo que fue cercenado de raíz con el anuncio del trasvase de líneas a Tánger en busca de menores costes. De esta forma, el lobo de la parábola (procedente del otro lado del Estrecho) había llegado, asestando un bocado del 20% en los tráficos.

Con estos datos sobre la mesa, Kjeldsen solicitó “continuar acelerando nuestros esfuerzos para mantener y atraer clientes”. El director de la terminal señala que “APM Terminals está trabajando intensamente con las autoridades y los sindicatos y soy positivo, ya que existe buena disposición entre todas las partes para asegurar el futuro”.

Es más, Kjeldsen se mostró “positivo” acerca de que se pueda lograr la “estructura necesaria” para que Algeciras vuelva a convertirse en el líder del Estrecho. Mientras tanto, la compañía se prepara para abonar a final de año las penalizaciones previstas por no alcanzar los tres millones de TEU's, fijadas en el convenio de la estiba firmado en 2008 y por el que los trabajadores aseguraron la paz laboral en las instalaciones del dique algecireño.

Un órdago presentado a la hora de afrontar la negociación con el sector de la estiba, pero que parece respaldado con las cartas que se ofrecen desde la orilla marroquí y con el reciente anuncio de Maersk de obviar puertos hubs y poner en marcha nuevas líneas directas.

Hanjin
Si bien la puesta en marcha de Hanjin ha supuesto un espaldarazo a la política expansionista de la APBA en cuanto a instalaciones portuarias, la terminal de la compañía surcoreana debe ir creciendo progresivamente en su nueva andadura en el puerto algecireño.

A día de hoy, TTI-A todavía no puede enjugar las pérdidas de tráficos de APM Terminals en el global de movimientos y TEU's del puerto de Algeciras. Eso sí, cuando la terminal surcoreana complete su puesta a punto, que debería incluir un posicionamiento claro para optar a la Fase B de ampliación de Isla Verde Exterior, las tornas podrían cambiar.

Si estos pasos se cumplieran, el puerto abandonaría su Maersk-dependencia y podría completar el objetivo marcado por el gigante surcoreano y su alianza CKYH en la puesta en marcha de su terminal: que el puerto de Algeciras alcance los 6 millones de TEU's en 2015.