Su nacimiento se produjo el 2 de febrero de 1752, años antes incluso de que se constituyera el Ayuntamiento de Algeciras, bajo el reinado de Fernando VI y siendo obispo de Cádiz Fray Tomás del Valle.
Una de las hipótesis es que su fundación, en la sede canónica de Nuestra Señora de La Palma, fuera la continuidad de otra que existió con el mismo nombre de su creación en la perdida ciudad de Gibraltar.
La imagen titular de la cofradía era un Cristo crucificado, llamado Cristo de la Expiración, por estar representando el último momento en la vida del Señor. Esta imagen tenía la particularidad de tener los brazos articulados, para facilitar el acto del desenclavamiento, su posterior descendimiento y, como Cristo Yacente, su introducción en una urna para poder realizar acto de penitencia como El Santo Sepulcro.
Este Cristo fue destruido el 12 de mayo de 1931, en las revueltas originadas por los seguidores de la recién proclamada II República, que provocaron graves destrozos en todo el patrimonio eclesiástico de la ciudad.
Después de la Guerra Civil, un grupo de jóvenes feligreses se reunieron con el párroco Andrés Yun un 23 de febrero de 1940, con la intención de reorganizar la hermandad como del Santo Sepulcro.
Consiguieron su empeño, y retomaron la salida en procesión de la cofradía el 11 de abril de 1941, con una imagen de Cristo Yacente encargada a la Casa Luide de Granada. Sin embargo, en 1944 se decidió sustituirla por una imagen más digna, encargándosele al polifacético artista algecireño José Román, de cuyas manos salió la que es la actual imagen.
Su primer desfile procesional se produjo en la Semana Santa de 1944. La imagen de María Santísima de La Soledad fue realizada también por José Román, en 1945, aunque impactó por tratarse de la imagen de una Virgen mayor, poco habitual, siendo sustituida en 1953 por otra, inspirada en la Virgen de la Macarena, que vio la luz en los talleres sevillanos de Juan Pérez Calvo.
El Paso del Cristo era llevado con ruedas, sobre un armazón de artillería, siendo su última salida con este sistema en el año 1979. A partir del año siguiente el paso se cambió por unas parihuelas, saliendo desde entonces portado sobre los hombros de una cuadrilla de cargadores. Es, de hecho, junto a la Buena Muerte, la única hermandad que los pasos se cargan a varal.
El 12 de abril de1984, al titulo de la cofradía se le añadió el de Real, por la aceptación de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, como Hermano Mayor Honorífico de la Cofradía.
Entre las novedades que sufrieron las imágenes destacan las reformas que se aplicó al Cristo Yacente, que permaneció expuesto mucho tiempo al manoseo de los fieles tras la incineración de su urna; y la donación de un traje de luces de Jesulín de Ubrique con el que se confeccionó una saya de la Virgen.
Silencio
La salida en procesión del Santo Entierro viene marcado por el recogimiento y el silencio. Es un paso imponente, trágico, en el que los propios penitentes y cargadores, en su sobrecogedor silencio, lo trasladan al público a su paso.
La salida de Cristo se acompaña con la marcha militar La muerte no es el final, pero el resto del desfile lleva sólo un tambor como acompañamiento.
La Virgen, por su parte, lleva como acompañamiento todos los años a la agrupación musical Amando Herrero, en un alegato a la tradición y a la defensa de los valores algecireños. Su acompañamiento se limita a marchas fúnebres.
El Santo Entierro es, de hecho, una hermandad muy tradicional, lo cual viene respaldado por su antigüedad, y que lleva lo algecireño por bandera. Prueba de ellos son los múltiples enseres realizados por artistas del municipio.
Este año, los hermanos del Santo Entierro esperan poder estrenar en procesión, después de no salir el pasado año, el manto de la Virgen de la Soledad, elaborado en base al de 1956, y que cuenta con 28 estrellas donadas por otras tantas familias, además del escudo de la ciudad.
Este año, también como novedad, se acortará el recorrido por la calle San Antonio, para hacerlo “más íntimo”.
