El continuo robo de cableado y la falta de inversiones provocan que “varios miles” de puntos de luz se encuentren actualmente fuera de servicio, según Miguel Jiménez, representante de los trabajadores de UTE-Jerez, que es la empresa concesionaria del mantenimiento del alumbrado público.
La plantilla asegura que hace “lo que puede” para que la ciudad presente el mejor aspecto posible, pero admite sentirse impotente ante los robos. “Esto es una barbaridad, porque soldamos las puertas de las arquetas y aún así se las llevan, arrancando el marco del suelo. Nunca hemos conocido una situación como esta”, explica Jiménez, que achaca lo ocurrido a “la crisis” y la necesidad de muchas familias de recurrir a este tipo de robos para subsistir.
A esta realidad hay que sumar la precariedad de UTE-Jerez, que ofrece material “a cuentagotas”, hasta el punto de que los trabajadores están utilizando en ocasiones “lámparas viejas” para tratar de alumbrar zonas que se encuentran a oscuras.
La plantilla también es víctima de esa precariedad. De hecho, la concesionaria adeuda a sus trabajadores la nómina de octubre, una media paga extraordinaria y la de Navidad, que ya debería haberse abonado. “En esta situación estamos desde hace dos años y medio, desde que se fue Imes, que sí era una empresa solvente y con la que nunca hubo problemas”.
Problemas en la zona de Vistalegre
Las últimas incidencias se han registrado en la zona de Vistalegre. Según uno de los vecinos, Agustín Fernández, hace ya varias semanas se quedó a oscuras una parte de la barriada. Sin embargo, este domingo los vecinos se despertaron con la sorpresa de que las puertas de las farolas habían sido arrancadas, desapareciendo todo el cableado. Fernández se manifiesta “indignado” por la situación de “abandono” que padece esta zona, alertando además de que la falta de alumbrado afecta a un espacio utilizado como aparcamiento.
