La Asociación de Personas Sordas de Jerez (Apesorje) protagonizó ayer un acto de protesta ante la deuda acumulada por la Junta de Andalucía con la federación que les ampara, cuyo importe se eleva a 2,5 millones de euros.
La consecuencia inmediata de estos impagos es la imposibilidad de abonar los salarios a las personas que venían ejerciendo como intérpretes de este colectivo, lo que ha motivado que desde hace ya algunas fechas el colectivo de sordos de Jerez haya perdido a sus tres profesionales, contando únicamente con la ayuda de un voluntario.
Esta situación provoca que las personas sordas se vean impedidas de realizar tareas urgentes, como acudir a citas con el médico o con las oficinas de empleo, con lo que todo ello acarrea.
Las personas sordas de Jerez reclaman con esta protesta el cumplimiento de la Ley de Lengua de Signos aprobada en 2011 y que se la dote de un presupuesto específico para que su validez sea plurianual y no dependa de los vaivenes políticos, algo que ha venido siendo una constante hasta la fecha.
Pedro Jesús Vega, de Apesorje, emplazó ayer a la Administración autonómica a dar solución a este asunto en las próximas semanas, ya que la situación que viene padeciendo este colectivo “es grave”.
En caso contrario, se llevarán a cabo todo tipo de movilizaciones con el objetivo de concienciar a la Junta de la necesidad de cumplir sus compromisos.
Fundamentalmente, el colectivo reclama la presencia de esos intérpretes, ya que en caso contrario a las personas sordas las resulta prácticamente imposible desarrollar actividades propias del día a día, encontrándose con una barrera que difícilmente pueden sortear desde el punto de vista laboral o estudiantil.