El 37 por ciento de los conductores detenidos entre los meses de enero y abril al dar positivo en los test de alcoholemia practicados por la Policía Local eran mayores de 45 años, lo que de algún modo viene a desterrar el mito de que este tipo de conducta está asociada a los jóvenes.
Según los datos ofrecidos por la Delegación municipal de Seguridad, en los cuatro primeros meses del año se practicaron un total de 52 detenciones, frente a las 44 de los dos ejercicios precedentes. En los años anteriores, los mayores de 45 años representaban el 14 y 27 por ciento de detenidos, respectivamente, en una tendencia al alza que parece mantenerse en el tiempo.
El 65 por ciento de las detenciones se practicó entre el viernes y el domingo, aunque también han experimentado un repunte las jornadas del miércoles y el jueves.
La mayoría de las detenciones no se produce como consecuencia de los controles rutinarios que llevan a cabo los efectivos de la Policía Local. Según los datos que obran en poder de la Delegación municipal de Seguridad, el 51 por ciento de las detenciones se produce a raíz de un accidente generalmente provocado por el conductor que da positivo en el test de alcoholemia.
Pero también resulta llamativo el hecho de que el 41 por ciento de esas detenciones se practique tras apreciar los agentes una conducción anómala del vehículo.
Además de los conductores que fueron detenidos por circular bajo los efectos del alcohol, la Policía Local interceptó a 60 automovilistas sin permiso de conducir. En 20 de esos casos los conductores habían perdido todos los puntos del carnet o se encontraban privados de su uso en base a distintas resoluciones judiciales.
También se imputaron 26 delitos a cooperadores necesarios, aquellas personas que ceden su vehículo a un tercero sin permiso de conducir.