Llega la hora de las batallas individuales de los afectados por el ERE municipal que dejó en la calle a 260 trabajadores del Ayuntamiento en septiembre de 2012. Prácticamente la mitad ha denunciado de forma individual y tras el aplazamiento de los tres primeros juicios el pasado jueves por no poder acudir Deloitte, representante legal del Consistorio, los primeros casos se celebrarán desde este lunes en los Juzgados de lo Social 1 y 2 con sede en el edificio de la Audiencia Provincial de la Avenida Álvaro Domecq. Sólo entre el lunes y el martes hay señalados 22 juicios, a razón de 11 por día.
Antonio Ortega, graduado social y especialista en temas laborales, va a representar a más de medio centenar de exempleados municipales, y no oculta las buenas perspectivas que a priori hay para estas vistas. Una vez que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) les dio la razón de forma parcial, y el Tribunal Supremo finalmente falló a favor del Ayuntamiento tras el recurso, a los despedidos les toca ahora luchar en solitario y culminar una “agonía” que empezó en marzo de 2012 cuando en un Viernes de Dolores la alcaldesa, María José García-Pelayo, confirmó en un Pleno lo que ya era un secreto a voces y que la plantilla ya se temía.
Ahora, tras el mazazo que supuso para este colectivo la sentencia del Tribunal Supremo, al que recurrieron buscando la nulidad de los despidos, tienen por delante el último cartucho legal para resarcirse y demostrar que la extinción de sus contratos fue improcedente, atendiendo a la “arbitrariedad” y a la “falta de objetividad” a la que hizo referencia el fallo del TSJA para seleccionar a los despedidos.
Las sentencias, desde marzo
De cara a las vistas, en la mayoría de los casos, al menos en lo que respecta a los que lleva Ortega, él se limitará a pedir como prueba testifical la declaración del primer teniente de alcalde Antonio Saldaña, que ya compareció en el juicio de Sevilla en el TSJA, la cual se completará con la del responsable del departamento en el que prestaba sus servicios el trabajador despedido. Normalmente, añade, salvo que la otra parte lo pida, él no interrogará de nuevo a los empleados a los que represente. Por tanto, los juicios no tienen por qué presentarse ni “farragosos ni largos”, precisa. Según sus estimaciones, en marzo incluso podrían conocerse las primeras sentencias. En este sentido, Ortega también confía en la independencia judicial y no cree que los primeros fallos marquen en cierta manera a los posteriores.
Pero la inquietud estos días y los nervios no sólo van a estar en las salas del Juzgado de lo Social, sino también en los propios departamentos municipales, donde hay cierta psicosis entre trabajadores municipales que sobrevivieron al ERE. Ciertamente se va a dar el caso de que ahora sean señalados e incluso denunciados por sus excompañeros para defender sus méritos para ocupar el puesto que perdieron, pero el representante de una parte de los afectados por el ERE tiene claro que optar por este extremo “no servirá para nada”.