Después de cuatro meses de obras que se desarrollan simultáneamente en varias zonas de la periferia de Jerez, la construcción del nuevo trazado de hasta 23,9 kilómetros de carriles bici proyectado para el casco urbano de Jerez avanza sin prisas pero sin pausas. Los trabajos, que arrancaron a la altura de la rotonda del Michelín en el tramo que comunicará a los ciclistas con Guadalcacín, se desarrollan en estos momentos en el entorno de Hipercor, Avenida de Europa, Puertas del Sur y Vallesequillo, entre otros puntos, y, hasta el momento, no han provocado demasiado trastornos a los jerezanos.
De hacerlo, ha sido más bien a los peatones, aunque esto no se haya traducido en demasiadas quejas. Es más, buena parte de los ciudadanos suelen atribuir la primera fase de los trabajos a actuaciones de canalización, si bien la mayoría de los espacios donde ahora hay mismo hay vallas delimitando el trazado se corresponden con una obra que supondrá una inversión de 5,8 millones de euros.
El proyecto fue una de las grandes apuestas de IU y por ello su salida del Gobierno andaluz prácticamente a la par del comienzo de las actuaciones llevó a los aficionados de la bicicleta a temerse lo peor. Ya pasó con la rehabilitación de La Constancia, pero la inquietud que tenían plataformas como Jerez en Bici -que está siguiendo muy de cerca los trabajos- se ha disipado tras recibir una carta de la Consejería de Fomento garantizándoles que la actuación tiene sus fondos europeos garantizados y que no hay motivo de preocupación alguno.
En cualquier caso, esta organización, constituida hace poco más de años en Jerez y que ha presionado para que el Ayuntamiento alcanzara el consenso con la Administración andaluza para firmar el protocolo, tiene claro que van a estar encima “hasta que el proyecto se lleve a su término”, y van a vigilar que los plazos se cumplan. “Entendemos que ya que se ha conseguido una infraestructura importante para la ciudad que supone un avance en la movilidad sostenible hay que apostar para que se haga hasta el final y que no se pare, sino sería un retroceso”, apunta Alejandro Renedo, miembro de este colectivo. No conocen los detalles del proyecto, y les consta que va a haber puntos conflictivos, pero piensan estar en alerta para que las administraciones, en mayor parte la Junta que es la que acomete el grueso de esta actuación, priorice el espacio del peatón al de los conductores. “La idea es que se gane terreno a la calzada y que no se quite espacio a la zona peatonal para que la apuesta por la bici no sea en detrimento del viandante, porque de ser así se pueden generar conflictos”, indica Renedo, al que le consta que en todos los casos no siempre se está optando por esta premisa.
No obstante, además de encargarse de aportar el 20 por ciento de la inversión conforme lo vayan demandando las obras, corresponderá al Ayuntamiento aprobar una ordenanza local para regular el uso del carril bici -en Jerez ya hay 17 kilómetros de red ciclista que se unirán a las nuevas- y las normas de circulación. En este sentido, Jerez en Bici espera que se cuente con ellos para que la normativa sea lo más completa posible y propone tener en cuenta modelos tipo como la ordenanza de Sevilla o Zaragoza.
El proyecto cuenta con un plazo total de ejecución de doce meses, persiguiendo el objetivo de que el 6 por ciento del total de desplazamientos diarios (29.000) se realice en bicicleta frente al 1,4 por ciento actual. De los 23,9 kilómetros, 12,4 corresponden a la periferia, con nueve ramales; y 11,5 al casco histórico, con otros once.