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Jerez

Éramos pocos..., y llegó Pemán

Apenas siete meses habrá permanecido la efigie del escritor en el vestíbulo del Teatro Villamarta

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El pasado sábado 6 de diciembre, el Ayuntamiento -gobernado entonces por el PP- colocó en el vestíbulo del Teatro Villamarta un busto del escritor gaditano José María Pemán. La efigie formaba parte con anterioridad del patrimonio municipal, si bien se encontraba en un almacén del Museo Arqueológico. Fue la familia Pemán la que había pedido su recuperación a la entonces alcaldesa, María José García-Pelayo.

La colocación del busto contó entonces con el respaldo de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras, el Ateneo de Cádiz y las Reales Academias de Andalucía. Pero desde el principio encontró el rechazo de partidos y colectivos de izquierdas. Unos reconocían en la efigie a un familiar, un escritor o un amigo; pero otros veían en ese mismo bronce a un colaborador del golpe militar de 1936 y la posterior represión franquista.

En febrero de 1981 -pocos días después de la intentona golpista de Tejero- Alberti y Pemán se abrazaban en público en las calles de Cádiz coincidiendo con el Pregón del Carnaval, que el poeta portuense ofreció vestido de marinero en tierra. Alguien entendió que la fotografía de ese abrazo enterraba para siempre el fantasma de las dos españas. El trecho ideológico entre Alberti y Pemán fue siempre insalvable. Pero ambos eran poetas y se reconocían mutuamente. Dicen incluso que entre ellos existía una sana amistad, desde la discrepancia.

Las dos españas se abrieron en canal este pasado jueves en el salón de plenos del Ayuntamiento de Jerez. Era la primera sesión ordinaria de la nueva legislatura. Ganemos e IU -donde se integra el PCE al que perteneció Alberti- defendieron una propuesta conjunta para la retirada del busto de Pemán del Teatro Villamarta, y contaron con el respaldo necesario del grupo socialista. Ciudadanos se abstuvo y el PP -el partido que había colocado la efigie- votó en contra.

Para la concejal de IU Ana Fernández, Pemán fue un “escritor falangista, máximo responsable político de la depuración de los maestros y partícipe en más de 400 asesinatos en Jerez”. A juicio de Fernández, estamos ante la figura de un “fascista, asesino y misógino”. Santiago Sánchez, de Ganemos, completó esa biografía recordando que Pemán “defendía valores contrarios a la democracia, a la libertad y a los derechos humanos”. 

A Javier Durá le tocó defender la posición del PP, que fue quien rescató ese busto para colocarlo en el teatro. El edil popular recordó que Pemán está en Villamarta por su trabajo “como escritor y no como político, porque no lo era”. “Fue un referente cultural importante y fue de derechas, y aquí está la cuestión, porque ahora parece que la cultura tiene ideología, y los escritores de izquierdas son fantásticos y los que no, no lo son”, añadió. 

El intercambio dialéctico entre unos y otros constituyó todo un ejercicio de revisionismo de la historia de los últimos cien años, de España y del extranjero.

En una de esas intervenciones, Durá recordó la simpatía que el portavoz de IU, Raúl Ruiz-Berdejo, profesa por la controvertida figura de Lenin. “Ya querría tener Pemán el nivel como escritor y filósofo de Lenin”, le replicó Ruiz-Berdejo. Y Durá aludió a la presencia en el callejero de Madrid de monumentos dedicados a figuras de la izquierda que en los años treinta alentaron a la revolución y a derramar sangre por la causa, como Indalecio Prieto o Largo Caballero.

En todo caso, el edil popular advirtió de que todo cuanto se dijo en aquella época no puede ser analizado en el contexto actual, sobre todo si se tiene en cuenta la corriente que resta importancia a lo escrito en las redes sociales hace apenas unos años por personas que hoy ocupan lugar de relevancia en la política.

“Nosotros no abrimos ahora estas heridas. Las abrieron ustedes cuando colocaron en el teatro el busto de una persona que hizo daño a muchos jerezanos”, zanjó Ruiz-Berdejo. Las dos españas, abiertas en canal, y Alberti y Pemán, abrazados a su poesía.

El PSOE dice que Pemán genera “división”

La propuesta de Ganemos e IU salió adelante con el respaldo del PSOE, que será quien ahora deba retirar el busto del vestíbulo del Teatro Villamarta. La portavoz del Gobierno, Laura Álvarez, sustentó el apoyo de su grupo a la propuesta en el hecho de que la figura de Pemán “es un elemento de división evidente”, motivo por el cual es susceptible de no recibir homenajes al amparo de la ley de Memoria Histórica.

Ciudadanos rehúye mezclar cultura y política

Desde Ciudadanos, el edil Mario Rosado justificó su abstención en la necesidad de “huir de la mezcla de cultura y política”. “Hay que ver si el busto está colocado por los méritos de Pemán como político o como escritor”, defendió. Rosado admitió no tener “suficientes datos” para “ponderar” su decisión y expresó el deseo de este grupo de “acabar con la idea de rojos y azules”.

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