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Jerez

La Zambomba, esa celebración

La Zambomba, reconvertida en patrimonio inmaterial andaluz, vivió ayer una de sus grandes jornadas con más de treinta celebraciones en todo el término municipal. Tras el éxito y el reconocimiento sólo queda velar por la pervivencia de sus orígenes

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  • En Las Angustias -

Jerez es una celebración permanente, sobre todo si ésta va ligada a sus tradiciones más arraigadas. El ciclo de la Navidad supone, de hecho, el colofón, el broche de oro a tan particular y necesaria forma de entender y vivir la vida. La Zambomba -con mayúsculas- es una de sus manifestaciones y resultan tan inevitables como acudir a las exposiciones de Nacimientos y dioramas que atestiguan el peso de la tradición navideña en la ciudad.
Ayer, de hecho, fue el Día de la Zambomba. La oficialidad del nombre es casi una mera anécdota si tenemos en cuenta que los tres fines de semana previos a la Nochebuena podrían denominarse como tal, en lo que constituye un eco de la dimensión alcanzada por este tipo de celebraciones en el transcurso de los últimos años, pero sirve asimismo como coartada de cara a atraer a más público procedente de otras ciudades de la provincia y de Andalucía. De hecho, en la agenda aparecían recogidas más de treinta convocatorias dispersadas por todo el término municipal, desde el centro urbano hasta las barriadas y pedanías, con el fin de responder a la expectación que el fenómeno está despertando, especialmente entre el público foráneo.
La Zambomba convertida, pues, en oportunidad: para promocionar los atractivos turísticos de la ciudad, para presumir de capacidad de convocatoria, para reivindicar la tradición oral, festiva y flamenca, para reactivar el consumo y la actividad económica y, desde esta semana, para hacer relucir su nuevo título, el de Bien de Interés Cultural.
En este sentido, tras el éxito y el reconocimiento, tanto de público como institucional, queda lo más importante: preservarla, sobre todo para que no se convierta en otra cosa. Es más, si la Junta de Andalucía la ha inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico como Bien de Interés Cultural  de carácter etnológico, no es por capricho, sino en aras de su protección, de su pervivencia, antes de que haya que hablar de “supervivencia” de la Zambomba.
La Administración autonómica recuerda a este respecto que el régimen de protección aprobado “incorpora instrucciones para salvaguardar a través de la educación esta expresión festiva y musical vinculada al flamenco”, que constituye una de las celebraciones navideñas más genuinas de Andalucía. Entre otras cosas para no incurrir en la desvirtuación de la Zambomba; un aspecto éste en el que ya hay determinadas voces que han comenzado a dar la voz de alarma a tenor del desarrollo de algunas de las convocatorias que se vienen realizando en los últimos años.
Basta con atender al expediente de la Junta de Andalucía para entender cuáles son las líneas que no deberían rebasarse si queremos seguir siendo fieles a la tradición, ya que la declaración BIC sitúa “entre el 8 y el 24 de diciembre” la fecha tradicional de celebración de estas fiestas, que según la Junta “suelen comenzar por la tarde-noche y prolongarse hasta la madrugada, sirviendo la preparación de la hoguera y la elaboración de dulces típicos como los pestiños, buñuelos y roscos como apertura de cada cita”. De igual modo, se explica que los participantes, “reunidos alrededor de una candela, entrelazan coplas y cantares con predominio de lo coral; mientras pequeños recesos permiten degustar los productos gastronómicos, que se reparten de manera gratuita”.
En Jerez, la Zambomba “presenta una mayor influencia del flamenco, mientras que en Arcos se mantiene más fiel a los orígenes de baile de ronda y la variedad estilística”. En ambos casos se aglutina un repertorio de origen religioso sin menoscabo de otras temáticas y la tradición romancista da paso a canciones populares, villancicos y romances profanos o religiosos.
Si nos atenemos al pie de la letra, puede que más de uno se lleve una sorpresa cuando acuda a una de las zambombas populares que se celebran en la ciudad, pero, precisamente, eso es lo que persigue el título que ostenta desde este miércoles “nuestra” zambomba, que sea fiel a sus orígenes, en el que hay más de convivencia que de espectáculo. En este sentido, este próximo martes está prevista la celebración de un acto institucional, tanto en Jerez como en Arcos, organizado por la Junta de Andalucía y sus respectivos ayuntamientos, para celebrar el hito alcanzado y, también, las posibilidades de futuro que acarrea la distinción como Bien de Interés Cultural.

Belén viviente en la plaza del Mercado

La asociación de vecinos ‘Centro Histórico’ y el colegio María Auxiliadora ‘Salesianas Jerez’, en colaboración con el Ayuntamiento, han organizado para el próximo viernes 18, un belén viviente en la plaza del Mercado que tendrá lugar a las 12,15h, 13,15h, 17,30h y 18,30h. El belén cambiará la fisionomía de la plaza y convertirá el Palacio Riquelme en el Palacio de Herodes, ofreciendo otros atractivos como un nutrido grupo de figurantes y animales. Igualmente, se celebrará una zambomba, a partir de las 19 horas y se han organizado talleres a cargo del centro juvenil ‘Amigos de todos’.

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