La conexión entre el presunto narcotraficante detenido el pasado martes tras una intensa persecución que acabó en accidente en la autovía A-7 y una banda de narcotraficantes integrada por residentes en el Campo de Gibraltar y alrededores desarticulada parcialmente el pasado 12 de junio es “prácticamente segura”, según informaron ayer fuentes del Instituto Armado.

Estas conclusiones parten de las pesquisas practicadas durante los dos días que el detenido tardó en pasar a disposición judicial, hecho que tuvo lugar el pasado jueves, tanto en lo referido a los interrogatorios practicados como a la toma de huellas del vehículo y la recopilación de pruebas incriminatorias.

Estas mismas fuentes recordaron que F.I.O.G., de 25 años, es natural de Jimena aunque reside en San Enrique de Guadiaro.

El pasado 12 de junio, se halló en el kilómetro 77 de la autovía A-381, sentido Algeciras, un Jeep Cherokee accidentado que había sido sustraído en Málaga, y en el que viajaba un joven que resultó muerto tras salirse de la vía. En el vehículo se ocultaban 600 kilogramos de hachís. El fallecido era del término municipal de San Roque.

Ese mismo día, se efectuaron dos registros domiciliarios, uno en Secadero (Málaga) y otro en Pueblo Nuevo de Guadiaro. Allí se detuvo a otras tres personas, se intervinieron cinco vehículos, una embarcación y una pistola automática.

Por último, efectivos del puesto de Conil con el EDOA de Algeciras interceptaron un BMW X-5 robado con otros 600 kilogramos de hachís y se detuvo al conductor. De todo ello se deduce que los integrantes de la banda son en su mayoría residentes de la zona del Campo de Gibraltar. La aparición de otras evidencias durante la investigación ha propiciado que se relacione con ellos a F.I.O.G., quien desde el pasado jueves está en prisión.

Desembarco
Según indicaron fuentes cercanas al caso, F.I.O.G. desembarcó los 400 kilogramos de droga intervenidos en la playa de Los Lances, en las proximidades del hotel Hurricane, y muy cerca de la zona de camping. Tras introducir la sustancia estupefaciente en el Porsche Cayenne que previamente había sido denunciado como sustraído, comenzó la persecución que acabó con cinco vehículos arrollados -entre ellos un coche patrulla de la Guardia Civil- y dos agentes de la Benemérita heridos en la operación.

Las fuentes consultadas indicaron que, además, se estuvo buscando un segundo vehículo, al parecer de la marca Volkswagen, ante la sospecha de que pudiera haber sido cargado también con droga. El coche no llegó a aparecer o no pudo ser interceptado por las fuerzas de seguridad.

Respecto a los agentes heridos, uno de ellos continúa trabajando con normalidad, mientras que el otro está de baja a causa de la fractura de dos metacarpianos y la fractura del tercero de uno de sus pies, por lo que deberá permanecer con la pierna escayolada varios meses. Al menos el ocupante de uno de los vehículos siniestrados resultó herido, al parecer leve.