Las televisiones locales han hecho y siguen haciendo muchísimo bien a la Semana Santa jerezana, aunque esa idea que un día se tuvo de colocar cámaras en la calle Tornería provocó lo que hoy es una carrera oficiosa porque son numerosos los cortejos que buscan la collación de Carpintería Baja y Carmen para desembocar en ella camino de sus templos.
Hay días en que la Carrera Oficial comienza en Aladro y termina en Tornería como si no existiesen otras zonas por donde transitar en busca del refugio en sus sedes oficiales. Por eso, ahora que se está revitalizando el sector de la Plaza Belén, ahora que el mundo del flamenco se va a hacer el dueño absoluto de esa arteria fundamental del casco histórico, sería el momento de reivindicar la plaza Belén como sitio cofrade, como lugar por donde pueden deambular hermandades, es solo una sugerencia, claro, como El Transporte, Candelaria, Redención o Piedad que son cortejos que buscan Porvera para regresar a La Merced, Santa Ana, Santuario o El Calvario y que podrían fortalecer esa zona de Jerez por donde ya transitan Los Judíos, Las Tres Caídas o Santa Marta por aquello de la ubicación de sus templos.
Buscar la Plaza Belén como desahogo de una Tornería donde los cortejos se ven arropados aunque, posteriormente, cuando la abandonan se ven muy poco acompañados en muchas de las ocasiones. Pienso que ahora que se está reinventando una nueva Semana Santa con la llegada de nuevas cofradías también las cofradías tendrían que reinventar nuevas alternativas de paso por calles distintas a esa Tornería a la que algún día alguien alumbró y que se ha convertido casi en paso obligado para muchas de las procesiones de nuestra Semana Santa.
Son cosas que, por el bien general, deben apuntarse en sus agendas las Hermandades. Buscar nuevas collaciones sin miedo. ¿Cuánto miedo hubo cuando se inventó el barrio de San Pedro como zona cofradiera? Y ahí está la gente yendo al encuentro de las cofradías por Caracuel, Antona de Dios, San Andrés y calles adyacentes. Todo es proponer y probar