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Víctima y superviviente: “Hay que tener respeto, no lástima”

“Erradicar la violencia machista tiene que ser una acción diaria, no sólo el 25N”, confiesa una "superviviente", como ella misma prefiere decir, en Jerez

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  • Jerez se sumó el viernes a la marcha contra la violencia machista -

“Las mujeres queremos crecer después de esta historia,  ser válidas” afirma Miriam (nombre ficticio de una “superviviente” -como ella prefiere acotar- que nos pide preservar su identidad).  Ella cuenta que se ha sentido señalada y estigmatizada por la sociedad por sufrir violencia machista, pero que también le ha servido para comprometerse con esta lucha: “Las que hemos pasado por esto tenemos que tener un compromiso para seguir colaborando con mujeres como nosotras, hay muchas mujeres esperándonos. Hay que hacerles ver que hay vida después de la violencia de género. que si se quiere, se puede salir adelante”.

Miriam es una superviviente, una  mujer resiliente capaz de haberse recuperado frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro “Que no nos llamen vícitmas. No queremos dar lástima ni pena, solo que nos tengan respeto. Supervivientes es la mejor definición para nosotras”. Miriam lamenta que, a menudo, las mujeres que han sufrido violencia machista no sean tenidas en cuenta a la hora de elaborar medidas o leyes para luchar contra esta lacra. “Para la sociedad somos estadísticas o artículos. Nuestro testimonio  y voz debería estar  más considerado cuando se habla de violencia de género, al fin y cabo, nosotras somos el material”.

Narra que hace más de dos décadas consiguió reunir fuerzas y separarse de su agresor. Recuerda que en esos años se sintió muy protegida y atendida por el Centro Asesor de la Mujer de Jerez: “ Sin duda, hacen una labor magnífica. No sólo te dan las herramientas para que puedas salir de esa situación, sino que también  te van a escuchar y van a hacer que cada mujer descubra todo lo que vale”. Miriam también destaca que tiene que haber más profesionales comprometidos socialemente “ aquellas personas que trabajan directamente con mujeres maltratadas, ya sea física o psicológicamente, tienen que estar ahí de manera vocacional. Si no es peor el trabajo que hacen que la ayudan que pueden llegar aofrecer a las mujeres”.

  En cuanto a recursos y ayudas destinadas a mujeres que sufren este tipo de violencia, Miriam declara tajante que “existen un gran número de ayudas sociales y psicológicas, pero no pueden hacer que la mujer dependa por comleto de una paga, tienen que motivarlas a que se busquen por ellas solas la vida”. Ella afirma que ha trabajado de todo y que ha hecho lo que fuera necesario para sacar a su familia adelante; “sabía que no me iba a quedar sentada. Cuando vi lo que se avecinaba me puse a aprender a hacer todo tipo de labores que me dieran un sustento a mí y a mis hijos. Nunca se me han caído los anillos por ir a fregar a una casa, soy muy orgullosa”. Ella se describe como “freganógrafa”, puesto que estudió mecanografía, pero también ha trabajado como asistenta.

    Ahora, además de leer y cultivarse en diferentes áreas, también  le hace feliz colaborar  a que mujeres como ellas vean la vida de otra manera. “Nunca es tarde para comenzar de nuevo. Pero la mujer tiene que estar preparada y saber que tiene que empezar con todo lo que le rodea desde cero”.

 Miriam afirma que la sociedad parece estar cambiando, pero que aún queda mucho camino por recorrer; también apela a la educación como el recurso más válido para combatir la violencia machista. “Desde pequeños hay que enseñar que a la mujer se le quiere y se le respeta, que pegar nunca es solución de nada”.

     Respecto a la conmemoración del Día Contra la Violencia Machista, piensa que “ al menos hay un día en el que la sociedad entera grita en nombre de todas las mujeres, pero esto tendría que ser una acción diaria. No sólo hay que acordarse el día 25 de noviembre y el 8 de marzo, todos los días están matando a mujeres. Los políticos parace que sólo les importa hacerse la foto ese día y el resto del año se olvidan de nosotras”.

El agresor nunca cambia

“El agresor hay que identificarlo por lo que es; un hombre que maltrata a una mujer por el hecho de serlo”, subraya Miriam.

    Ella cree firmemente que los agresores no cambian, aunque reciban terapia psicológica “ellos no van a regenerarse nunca. Son perversos, crueles e irrecuperables”, y afirma que la mayoría de las mujeres no quieren que les pase nada malo a sus agresores, “solo queremos que nos olviden. Que no existimos”. Declara que lo que más rabia le da es que a menudo se tiende a justificar los actos del agresor por su carácter y se dicen frases como: “era muy bueno, nunca hizo daño a nadie”, u otras como “estaba loco, era un demente”,y  no hacen ningún favor con este tipo de comentarios. Los medios son   muy tendentes a eso”.

  Finalmente, Miriam lanza un mensaje positivo a las mujeres que ahora están pasando por lo mismo que pasó ella. “Si yo pude salir, y ser feliz, aunque siempre mirando atrás, ellas también pueden hacerlo”.

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