Desvelábamos en nuestra pasada edición que jugadores como Ignacio Goma, Antonio Bello, Javi Casares, Camacho y Amin tienen un año más de contrato en el Xerez DFC, por lo que el día 25 pueden acostarse como jugadores de Segunda B con lo que ello debe representar de cara a los emolumentos crematísticos y también al proyecto profesional porque no es lo mismo estar en Tercera que en superior categoría. Son cinco poderosas razones para que los jugadores, al margen del interés deportivo y de club, busquen afanosamente el salto de categoría.
Pero es que además hay futbolistas que finalizan compromiso en el momento en que acaben los play off express pero que tienen unas cláusulas en sus contratos por las que renovarían automáticamente en caso de ascenso, como son los casos, entre otros, de Sergio Narváez, de Fran Avila, el dueño de la banda izquierda del equipo, y de Adri Rodríguez, uno de los jugadores con mayor cartel entre equipos de superior categoría y que el Xerez DFC logró atarle para que continuase en el proyecto y que también lo ata en el acaso de salto de división, ya que el isleño es un futbolista que ha dado un rendimiento magnífico en su etapa azulina y está muy cotizado entre los equipos de Segunda B.
Son sin género de dudas otras tres poderosas razones para pensar en el ascenso. Y es que además hay futbolistas que tienen cláusulas para seguir dependiendo de partidos jugados, como pueden ser los casos de los extremos Javier Zafra y Jacobo, o por goles marcador, como puede ser el de Mika, amén de que hay otros, como el ya reseñado en anterior información de Jesús López,que se marcharán porque dependen de otros clubs y ese es el caso de Antonio Sánchez que la próxima campaña partirá, de inicio, como jugador del Algeciras C.F., aunque no es desdeñable que si sus servicios interesasen en caso de ascenso se retomasen las negociaciones a tres bandas entre los clubs y el propio futbolista.
Son muchas razones las que existen en la plantilla para buscar el ascenso. Y también hay muchas razones de índole social, económica y deportiva por las que el club busca ese salto de calidad. Mayores ingresos publicitarios, federativos, por socios, por taquillas y además se ve el fútbol profesional, que a la postre es el anhelo que se persigue, mucho más cerca y la directiva de Rafael Coca conseguiría el objetivo propuesto cuando inició su mandato que no era otro que llevar al equipo durante sus cuatro años de gestión a la Segunda División B