Carlos Pérez es “el hombre de Inés Arrimadas” en la provincia de Cádiz. De hecho, entró en el partido de su mano, en 2013. Sin embargo, no se dio a conocer entre la opinión pública hasta 2015, cuando lideró la primera candidatura de Ciudadanos Jerez a las municipales. El resultado fue inesperado para muchos: de la nada a 8.000 votos que le reportaron dos concejales. Cuatro años después encabezaría dos candidaturas: en abril, la del Senado por la provincia, y, en mayo, de nuevo la de las municipales, a las que llegó con el acta de senador bajo el brazo después de obtener 27.000 sufragios y convertirse en el cuarto candidato más votado de toda la provincia. En las municipales duplicaron la representación de 2015, aunque ya entonces se habían producido las primeras fricciones a causa de las listas y todo terminó por precipitarse con la repetición de las generales de noviembre con las consecuencias que todos conocemos. A nivel interno crecieron las tensiones e incluso el sector crítico arrasó al oficial en la elección de compromisarios para participar en la asamblea general extraordinaria en la que Arrimadas fue elegida nueva presidenta de Ciudadanos. Para entonces, Carlos Pérez había cedido la portavocía del grupo municipal, e incluso tras la pérdida del escaño en el Senado se habló de su designación para un alto cargo dentro del organigrama de la Consejería de Turismo. En realidad, ha sido solo un tiempo de espera, el que ha ido marcando la propia líder del partido hasta hacer oficial su designación como coordinador provincial, cargo en el que apenas lleva diez días, dentro de una estrategia de renovación en la que va a tener muy presente el talento interno y la voz de los críticos, para cumplir con el objetivo de recuperar la ilusión entre la militancia y entre los votantes, ya que por encima de todo está el compromiso de recuperar todo el terreno perdido en el último año, en favor de un futuro gobierno liderado por la jerezana Inés Arrimadas, a quien agradece que “haya confiado en mí para esta labor tan importante, que se enmarca en un entorno tan complejo como el actual, tanto desde el punto de vista económico y sanitario, como del propio partido a nivel nacional. Lo asumo con mucho compromiso. Son además siete años los que llevo ya en el proyecto, con distintos cargos orgánicos e institucionales y para mí supone la guinda, ya que se trata de liderar el partido a nivel provincial. Es una forma de unificarlo todo y trabajar para que el partido vuelva a repetir los resultados que hemos tenido hasta hace muy poco. En abril de 2019 tuvimos unos resultados magníficos, que desafortunadamente, y siguiendo la línea vivida a nivel nacional, después no se repitieron en noviembre porque hubo muchos ciudadanos que dejaron de confiar en nosotros, por lo que el trabajo que tenemos por delante es apasionante.
Su elección es un primer paso dentro de la renovación que debe hacer también el partido a nivel provincial. ¿Lo entiende así?
–Es una renovación porque desde la catarsis que supuso la dimisión de nuestro presidente Albert Rivera, se produjo la celebración de la asamblea extraordinaria y elegimos nueva presidenta. Hubo renovación en la ejecutiva nacional, ahora en los comités autonómicos, y la va a haber a nivel provincial. Y es algo positivo, porque la renovación consiste en aprender de los errores y trabajar para que en el futuro no se repitan de nuevo y fomentar lo bueno que se ha estado haciendo. En este sentido, tengo que agradecer el buen trabajo que han estado realizando tantas personas en la provincia y que lo siguen haciendo, porque los resultados han sido muy buenos. Hay que recordar que hace cinco años éramos cuatro en la provincia y hoy en día tenemos representación en 17 ayuntamientos y gobernamos en cinco de ellos, algunos tan importantes como Algeciras, San Fernando, El Puerto o Sanlúcar. Desde la nueva coordinación provincial queremos retomar todo lo bueno que se ha hecho y mejorarlo con nuevas actuaciones.
Usted cita a Inés Arrimadas como la principal valedora de su elección, pero también se apunta a Juan Marín a la hora de contar con personas afines en las diferentes provincias.
–Los nombramientos los hace la ejecutiva nacional. Yo tengo muy buena relación con Juan Marín. No hay que olvidar que hace cinco años, cuando éramos pocos, se pateó también toda Andalucía, y confió en nuestra candidatura. Pero en este caso la apuesta es personal de la propia Inés Arrimadas, lo que para mí es un orgullo, ya que tenemos al principal partido liberal de nuestro país liderado por una paisana nuestra. Ha montado un equipo a su alrededor muy competente. Está muy pendiente de todo lo que ocurre en Andalucía y especialmente en Cádiz.
Habla de hacer equipo, pero parte de una situación complicada a nivel interno, con una corriente crítica a la estrategia seguida hasta ahora por su predecesor, Sergio Romero, ¿cómo pretende reconducir la situación?
–O hacemos equipo o un proyecto como el nuestro no va a ningún sitio. Tenemos críticos como en todas las demás formaciones. El problema no es que los haya, sino que no se les escuche. Hay cosas que se hicieron bien y cosas que se hicieron mal, y lo importante es escuchar a esos críticos. En la elección de los compromisarios hubo un resultado inesperado, porque la mayoría de elegidos no formaban parte de la lista que a priori apoyaba a Inés Arrimadas. Sí puedo decir que las personas que integraban esa candidatura crítica son personas a las que conozco desde hace tiempo, son muy trabajadoras, y tengo que decir que he recibido su apoyo igual que del resto de agrupaciones de la provincia. Se trata de dar espacio a las bases. Nosotros tenemos en la provincia un talento interno espectacular, con personas que proceden de la sociedad civil, de distintos ámbitos, y se trata en esta etapa de darle más protagonismo a esas bases y a ese talento interno. Yo espero que con la ayuda de los militantes y afiliados, y con la confianza de los que nos votaron en abril de 2019, y el altavoz de los grupos institucionales, contar con los mejores ingredientes para hacer la ensalada perfecta para llegar en las mejores condiciones posibles a las próximas elecciones. Estoy convencido de que Ciudadanos tiene la solución a todos los problemas que tenemos ahora mismo a nivel nacional y a nivel de Andalucía y la provincia.
¿Y cómo pretende recuperar el terreno perdido a nivel electoral?
–Nosotros lo que necesitamos es hacer lo que hemos venido diciendo. Lo que ocurrió en noviembre es que no hicimos lo que nuestros votantes pensaban que íbamos a hacer. Un partido centrado como el nuestro tiene que hacer lo que está haciendo ahora mismo, tender la mano. A nadie se le escapa que hay que tener mucho estómago después de la confrontación establecida con Pedro Sánchez, pero es lo que los ciudadanos esperan de nosotros, que tendamos la mano para aprobar los presupuestos. Hay otras formaciones, como los nacionalistas o los populistas, cuyos votantes esperan eso, medidas populistas e independentistas. Nuestros votantes esperan medidas de conciliación y moderadas, y eso es lo que estamos haciendo. Si seguimos en esa línea, estoy convencido de que el futuro de España va a ser naranja, porque entiendo que la mayoría de personas de este país tienen un corazón político moderado.
¿Con qué presencia cuentan ahora mismo en la provincia?
–Tenemos 30 agrupaciones en la provincia, con unos 450 afiliados. Dentro de los objetivos de ilusionar a las bases, está el hecho de incrementar esa militancia, y que estén mucho más ilusionados. El proyecto es bueno, la líder que tenemos es la mejor valorada de España, y tenemos mucho que hacer y mucho espacio para crecer, en afiliados y en personas que pueden confiar en nosotros. El espacio de centro liberal en España ha sido siempre bastante ancho, hace poco se estrechó, pero confío en que quienes se quedaron en casa en las generales, salgan y apuesten de nuevo por Ciudadanos.
¿Cómo evalúa los pactos de gobierno alcanzados por su partido hasta ahora a nivel provincial?
–Para empezar diría que con esos pactos se demostró que no somos sectarios, que somos capaces de pactar con PP o PSOE, y son pactos que están funcionando muy bien. En Algeciras y El Puerto estamos con el PP, en San Fernando y Sanlúcar con el PSOE. En todos ellos hemos conseguido sacar adelante muchas medidas que van en beneficio de la ciudadanía y los ciudadanos nos ven ya no solo como un partido de oposición, sino perfectamente capaz de gestionar, gobernar, y de la mano de forma fresca y con personas que proceden de la sociedad civil y que comparten todos sus conocimientos. Nos da una idea de la capacidad de Ciudadanos de llegar a pactos con diferentes partidos. Mientras dure el mandato siempre puede haber pactos, pero más allá de los pactos, tenemos la mano tendida a todos los gobiernos de la provincia para llegar a acuerdos puntuales en temas de presupuestos, medidas fiscales... Ser sectario en este momento no ayuda a nadie, por eso tenemos la mano siempre tendida. Pueden contar con nosotros para escucharnos, aportar nuestras iniciativas... e independientemente de si estamos o no en el gobierno, podremos apoyar unos presupuestos o unas ordenanzas fiscales.
¿Ve posible un pacto de gobierno en Jerez antes de que acabe este mandato?
–La posibilidad está alejada si te soy sincero, ya que venimos de una alcaldesa que ya ha elegido. Tenía dos llaves para abrir la puerta del futuro de Jerez y cogió la llave morada. Nosotros tenemos poco que ver con las formaciones populistas, y pese a ello seguimos con la mano tendida para cuando haya unos presupuestos. Lo que pasa es que nosotros no damos cheques en blanco, y ocurrió en el anterior mandato. Votamos a favor de un presupuesto, en contra de otro y nos abstuvimos en un tercero. Nosotros hacemos las cosas en función del compromiso que adquiere ese partido con Ciudadanos, pero en Jerez están muy lejos de poder formar ahora mismo un gobierno, porque la alcaldesa Mamen Sánchez ya eligió la opción comunista.
¿Cree que Cs está rentabilizando el pacto de gobierno en la Junta? ¿Comparte la sensación de que todo el mérito se lo lleva el PP?
–Es cierto que tradicionalmente en los gobiernos de coalición, el partido más pequeño parece que pierde capacidad de liderazgo, pero en este caso Ciudadanos, pese a no haber gobernado hasta ahora y con un peso importante de 21 diputados, ha obtenido cosas muy importantes, y creo que se está rentabilizando. Tal vez no inmediatamente, pero esto es una carrera de fondo, a medio y largo plazo, pero la opinión pública ya es consciente de la labor de Ciudadanos en la Junta y de lo importante de que en el Gobierno andaluz haya una formación como la nuestra para centrar tanto a PP como a PSOE, porque cuando se les deja solos optan por medidas o muy conservadoras o muy populistas. En este caso, es importante continuar como estamos haciendo ahora, trabajando con muchos compañeros que procedían de la sociedad civil y que se han encontrado gestionando un presupuesto de más de 30.000 millones de euros, y estoy confiado y convencido de que la gente es consciente de que Ciudadanos es un partido útil y necesario para Andalucía.
¿Le preocupa que desde la izquierda insistan en vincularles con el “trifachito”?
–Me ha parecido algo anacrónico. Mucha gente ya no se siente identificado con el eje izquierda-derecha, yo el primero. Les interesa para hacer política. El principal problema hoy día en España es que hay partidos que están gestionando el poder en vez de gestionar el problema de los ciudadanos. Su interés va a ser siempre polarizar, porque saben que si polarizan el centro se diluye. Ciudadanos es un enemigo a batir muy potente, lo saben todos, y les interesa polarizar. Pero frente a ese relato están los hechos, y tenemos como ejemplo la provincia de Cádiz, y nuestra trayectoria en la provincia y en Andalucía, y saben que somos una fuerza liberal, moderada y centrista. No me molesta, pero hay cierta intención de engañar al electorado. Estamos muy cómodos en el espacio que ocupamos, que es el centro. Cuantos más ataques recibamos desde la izquierda, mejor, porque se sabrá que somos el enemigo a batir.
Los resultados del partido a nivel local y provincial han ido muy ligados a la salud de la propia marca, ¿cree que esa dependencia les puede afectar a nivel local?
–A nivel nacional hemos tenido un tirón muy fuerte en muy poco tiempo. Hubo un crecimiento exponencial muy grande. Creo que el crecimiento municipal es más poco a poco, de conocer al candidato, de conocer las medidas que van impulsando en sus municipios. Mientras tuvimos ese crecimiento exponencial nacional, hasta los 57 diputados, es cierto que no se repitió en las municipales, pero también lo es que los resultados en 2019 ya fueron mucho mayores que los de 2015. Cuando el votante valora la labor municipal entre 2015 y 2019 reconoce que se ha hecho una buena labor. También es cierto que entramos en esa dinámica nacional de pérdida de votos en ese momento, que nos lastró. Pero distingo la línea nacional y la municipal, donde cuesta más trabajo crecer, pero es sostenido e importante.
¿Será compatible su acta de concejal con la de coordinador provincial?
–En principio sí. La organización depende de lo que diga la dirección del partido, pero quiero seguir con el acta de concejal en Jerez porque estamos haciendo un trabajo muy bueno ahora que tenemos cuatro concejales y además una diputada provincial. Además quiero aprovechar mi experiencia en el Ayuntamiento y el trabajo diario para ponerlo en práctica a nivel organizativo en la provincia.
¿Se ha convertido la clase política en un problema en mitad de la crisis actual?
–La clase política se ha convertido en un problema para los ciudadanos y hay que salir de ese bucle. Nosotros hemos seguido trabajando, pero insisto en que hay fuerzas políticas interesadas en la polarización, y el ciudadano pierde la percepción de que el político le está ayudando. Además, nos encontramos con un PSOE que lo que está gestionando es su poder, no los problemas de los ciudadanos. Hay que salir de es bucle y que los ciudadanos nos vean como referencia, porque actualmente ocurre como con el famoso dicho del árbol que no deja ver el bosque, y en este momento el árbol del populismo no deja ver el bosque que hay detrás a muchos ciudadanos, y lo que hay detrás son muchas medidas en la Junta, en los ayuntamientos en que trabajamos, y todas muy positivas. Parece que hay partidos que se encuentran muy cómodos en ese ambiente de nubarrón político actual, y confiamos en que esa situación nos pueda dar rédito político en el medio y largo plazo. Los ciudadanos no son bobos, saben a lo que se enfrentan, lo que hace cada partido, y habrá tiempo para organizarnos y seguir presentando esas propuestas de éxito para España.
Porque la prioridad se llama Inés Arrimadas...
–Es el principal objetivo. Que España esté gobernada por un partido moderado, liberal y europeísta como Ciudadanos. Tenemos al frente a Inés Arrimadas, y el objetivo es que gobierne en España. Eso conlleva muchas ramificaciones, como trabajar a nivel provincial y valernos de los afiliados, de las bases, para ilusionarlas de nuevo, porque si no es imposible ilusionar a los votantes. Tras el proceso de catarsis al que me he referido, hemos atravesado por un periodo de cierta desilusión en las bases y se trasladó al electorado. Queremos recuperar esa ilusión de nuevo, que Arrimadas llegue a la presidencia del Gobierno y empezar a solucionar esta grave crisis por la que atravesamos. Nosotros nunca vamos a tirar la toalla, y creo que se está haciendo un gran papel a nivel nacional e institucional tendiendo la mano al PSOE para aprobar los presupuestos. Si el acuerdo con los presupuestos es con Otegi y con Rufián va a haber muchos beneficios para sus votantes, y pocos para la provincia.